sábado, 17 de noviembre de 2007

Mi particular homenaje a Brassens

Hoy hace exactamente veintiseis años y diecinueve días que murió Georges Brassens. Se cumplen también sesenta años y siete días más – los que vivió – desde la fecha en que nació, el día 22 de Octubre de 1921. Unos aniversarios tan redondos me parecen ocasión tan buena como cualquier otra para dedicar mi particular homenaje a este poeta y cantante francés, a mi juicio el más significativo de los chansonniers (sin por eso quitar ningún mérito a Chévalier, Trénet, Moustaky, Brel, Ferré y Le Forestier, entre otros, todos ellos muy santos de mi devoción). Pero a Brassens yo le debo innumerables horas de placer, buena parte de mi conocimiento de la lengua francesa y más de una buena amistad nacida y consolidada en torno al común disfrute de sus canciones. Y le debo sobre todo un matiz muy importante en mi propia visión del mundo que, sin el sedimento que desde mis dieciocho años, en que supe de él por primera vez , fueron dejando en mí sus letras anarquistas, escépticas, cachondas, tiernas y algo brutales, y sus melodías sencillas y profundamente francesas, sería sin duda un poco más rígida, un poco más aburrida y un poco menos humana.

No tengo ni idea de cuánto es de fácil en este momento encontrar en las tiendas discos de Brassens. Tengo la impresión de que está bastante pasado de moda, o más bien por encima de ella, pero como en realidad lo ignoro todo – con gran tranquilidad de espíritu – sobre lo que está de moda en cuestión de música, no sé si aún hay o no alguien que siga oyéndolo. Yo sí, desde luego, con frecuencia y con placer, y hasta cantándolo cuando estoy razonablemente seguro de no ser oído por orejas extrañas.

Deben de ser pocos los amantes de Brassens que han resistido la tentación de traducir alguna de sus canciones. Personalmente creo que nadie lo ha hecho mejor, en español, que Javier Krahe. "Marieta" y "La tormenta" me parecen dos modelos insuperables e insuperados de cómo traducir una canción, consiguiendo en el propio idioma algo equivalente al original en el fondo y en la forma y que, además, encaja en la misma melodía y puede ser cantado sin que chirríe, como, a mi juicio y con todos mis respetos, chirrían las traducciones brassenianas que he escuchado a Paco Ibáñez y a algún otro, menos cargados de acierto que de entusiasmo y buena intención.

Tampoco yo resistí la tentación y el ejemplo de Krahe, lejos de desalentarme, me animó a hacer mis propios pinitos. Hace años ya que me puse a ello y logré acabar mis propias versiones de cinco canciones de Brassens, de las que debo confesar que me siento muy orgulloso. Tanto que les cuelgo aquí una de ellas, acompañada de la versión original, para que puedan irme bajando los humos.

Escuchen "Le nombril des femmes des agents de police" cantada en francés por Brassens y vean luego - o mientras, como prefieran,- qué letra tan apropiada le puse yo en español.


EL OMBLIGO

Verle el ombligo a la mujer
de un poli, no es una conquista
que proporcione un gran placer
ni requiera ser un artista.
Un hombre conocía yo
que, a pesar de ello, padecía
porque nunca el ombligo vio
de la mujer de un policía.

“Soy viejo ya” – solía decir –
“y en todos estos largos años
he visto ombligos a elegir,
de todas clases y tamaños.
Muchos ombligos disfruté
de mujeres de gran valía,
pero ninguno de ellos fue
de la mujer de un policía.”

“Mi padre vio el de la mujer
de un guardia civil, e, inclusive,
llegó el ombligo a conocer
de la mujer de un detective.
Mi hermano el de la novia vio
de un Jefe de Comisaría
¡y ni siquiera he visto, yo,
el de la mujer de un policía!”

Tan tristes quejas escuchó
la digna esposa de un madero,
que, generosa, resolvió:
“Tu pena consolarte quiero.
No es justo que te quedes sin
hallar remedio en tu agonía.
¡Te mostraré el ombligo, al fin,
de la mujer de un policía!”

“¡Gracias a Dios por tu bondad!”
-clamó el buen viejo, agradecido.-
“¡El Cielo atiende mi ansiedad!
¡Mi sueño al fin será cumplido!”
Y se aplicó con prontituz
a investigar la anatomía
y el ombligo sacar a luz
de la mujer del policía.

Mas cuando al fin la conclusión
iba a alcanzar de sus afanes,
la mucha edad y la emoción
dieron al traste con sus planes.
Ante el abdomen redentor
lo fulminó una apoplejía.
Nunca el ombligo vio, ¡ay, dolor!,
de la mujer de un policía.
LE NOMBRIL

Voir le nombril d'la femm' d'un flic
N'est certain'ment pas un spectacle
Qui, du point d'vue de l'esthétiqu'
Puiss' vous élever au pinacle
Il y eut pourtant, dans l'vieux Paris
Un honnête homme sans malice
Brûlant d'contempler le nombril
D'la femm' d'un agent de police

"Je me fais vieux, gémissait-il
Et, durant le cours de ma vie
J'ai vu bon nombre de nombrils
De toutes les catégories
Nombrils d'femm's de croqu'-morts, nombrils
D'femm's de bougnats, d'femm's de jocrisses
Mais je n'ai jamais vu celui
D'la femm' d'un agent de police"

"Mon père a vu, comm' je vous vois
Des nombrils de femm's de gendarmes
Mon frère a goûté plus d'une fois
D'ceux des femm's d'inspecteurs les charmes
Mon fils vit le nombril d'la souris
D'un ministre de la Justice
Et moi, j'n'ai même pas vu l'nombril
D'la femm' d'un agent de police"

Ainsi gémissait en public
Cet honnête homme vénérable
Quand la légitime d'un flic
Tendant son nombril secourable
Lui dit: "Je m'en vais mettre fin
A votre pénible supplice
Vous fair' voir le nombril enfin
D'la femm' d'un agent de police"

"Alleluia ! fit le bon vieux
De mes tourments voici la trêve !
Grâces soient rendues au Bon Dieu
Je vais réaliser mon rêve !"
Il s'engagea, tout attendri
Sous les jupons d'sa bienfaitrice
Braquer ses yeux sur le nombril
D'la femm' d'un agent de police

Mais, hélas ! il était rompu
Par les effets de sa hantise
Et comme il atteignait le but
De cinquante ans de convoitise
La mort, la mort, la mort le prit
Sur l'abdomen de sa complice
Il n'a jamais vu le nombril
D'la femm' d'un agent de police

19 comentarios:

  1. Lo asombroso, que entonces yo no percibía, es que en mi colegio, de monjas, años 60, nos permitían poner música durante las clases de labor, y ¡poníamos discos de Brassens! ¿sabrían aquellas buenas monjitas lo que decían las letras? Se supone que como daban tanta importancia al aprendizaje del francés lo que primaba es que escucháramos hablar o cantar en ese idioma, pero no puede ser que se pararan ellas mismas a escuchar aquellas canciones.
    En cualquier caso yo me lo pasaba muy bien, inocentemente, sin calibrar tampoco el alcance de la mitad de lo que estaba oyendo. Pero recuerdo que tuve la paciencia y la habilidad de tomar al oido casi completa toda la letra de la "Súplica para ser enterrado en la Playa de Sete", aquella que empieza diciendo "La Camarde qui ne m'a jamais pardonné...". ¡Qué cosas!

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  2. Santas monjitas. Lo mismo no lo entendían, no por no saber francés,- cómo no iban a saber francés las monjas de Sain Maur - sino por falta de otra clase de experiencia. Espero que en esa clase de labor no escucharais nunca "Putain de toi", o "Le mauvais sujet repenti", esa que empieza diciendo: "Elle avait la taille faite au tour, les hanches pleines, et chassait le mâle aux alentours de La Madelaine...", que habrían podido provocar más de un vahido monjil.

    De todas formas los colegios religiosos son muy extraños. En el mío, en clase de música, pleno franquismo año sesenta y nueve o setenta, nos ponían mis curas "Al Vent", de Raimon. Claro que mis curas, Dios los bendiga, han sido siempre unos curas muy especiales. Nunca he podido reconocerme en las historias siniestras de curas retrógrados, autoritarios y castrantes que tanta gente cuenta y de las que no tengo, por otra parte, motivos para dudar.

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  3. Me gusta y divierte mucho Brassens aunque fue un descubrimiento tardío, ya de mayor, y a partir justamente de las canciones que citas de Krahe. Recuerdo el Marieta de La Mandrágora de los primeros ochenta (por aquellos años vivía en Madrid) y cómo me sorprendí cuando me contaron que era una adaptación de uno de los más famosos entre los chansonniers (de hecho, sabía quién era, pero no conocía su música). Me alegro mucho de que, en onomásticas tan señaladas de sus óbito y nacimiento hayas tenido el acierto de brindarnos este particular homenaje. Saludos.

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  4. Quizás nos vimos alguna noche en La Mandrágora por aquellos años, Miroslav. Yo aún conservo una cinta de cassette grabada en directo allí, con Krahe, Sabina y Alberto Pérez. Un día de estos me la pasaré a mp3 y colgaré aquí "Círculos viciosos", que me parece una obra maestra. Por cierto, la huella de Brassens se advierte claramente en todos ellos. Sabina, por quien no siento una simpatía personal excesiva, es un letrista magnífico, comparable en la forma, si no en el fondo, al Padre Brassens. Y Krahe, de quien hace mucho que no sé nada, más aún. "La hoguera", sin ser una traducción directa, sí está, a mi juicio, directamente inspirada en "La guerre du quatorze - dix huit". Ambas van comparando sarcásticamente diversas atrocidades (guerras en un caso, penas de muerte en el otro), para acabar quedándose con la más bárbara de todas: la hoguera y la Gran Guerra, respectivamente.

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  5. Eramos tan pocos y estábamos todos en los mismos sitios, Libertad 8, la Toldería, Mi Bohio... ¿Como no nos reconocimos entonces? Habría que vivir la vida al revés, y nos hubiéramos dicho: "¡hombre tu eres el que me va a dejar esos comentarios tan buenos en mi blog!"
    ¡quién nos iba a decir...!

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  6. Coincido contigo, Vanbrugh. Aquellas monjas, aparte de dejarnos oir a Brassens y a Brel, nunca nos obligaron a ir a misa, ni nos pellizcaron, ni hicieron todos esos horrores que se supone que estaban obligadas a hacer ¿Habremos vivido en la España de Franco, tu y yo?

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  7. Yo no trato, desde luego, de reivindicar la España de Franco, de la que estoy seguro de que era el lugar gris, casposo, siniestro y totalitario que es toda dictadura. Pero sí tengo que decir que, por mi personal fortuna, yo no la viví así. Era muy joven y muy entusiasta y vivía en mi propio mundo, feliz y luminoso - al menos en el recuerdo - como deberían serlo todos los mundos cuando se tienen los diecisite años que tenía yo en el 75, o menos. Incluso lo que en mi vida fué menos luminoso y menos optimista, no puedo achacárselo al Difunto, que ocupaba en mi vida muy poquito espacio. Y desde luego sí quiero, expresamente, reivindicar a los Marianistas, de los que recibí una educación abierta, tolerante, muy enriquecedora personalmente y magnífica desde el punto de vista intelectual, y con algunos de los cuales mantengo aún una verdadera amistad personal. Lo que he contado de Raimon en clase de música es un rasgo bien significativo, pero ni mucho menos el único. Se me educó en la curiosidad intelectual, en la cordialidad y el respeto entre las personas, en el estímulo de la iniciativa y la responsabilidad personal... en unos años en los que, por lo que luego he visto, todo esto no debía de ser nada frecuente en los colegios religiosos. Y parece que tus monjas - y por lo que ella me cuenta, las de mi mujer - eran de la misma cuerda. No cabe duda de que fuimos afortunados.

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  8. Pero debo hacerte notar, mi querida Cigarra, que aunque mi amigo Vanbrugh y yo coincidamos en tantas cosas, y aunque muy probablemente él hubiera podido firmar el comentario a que respondes, no es él quien lo firma, sino yo. V., por motivos que no puedo sino respetar, aunque no llegue a entenderlos del todo, se niega amable pero firmemente a comentar en estos blogs míos. Me consta que los lee, pero cada vez que le reprocho su mutismo, siendo como es tan facundo - hermosa palabra - en otros blogs, me repite el mismo... llamémosle argumento (él lo considera tal): "En lo que estamos de acuerdo, ya te lo dices tú todo; y en lo que no ¿para qué voy a decirte yo nada?".
    Y de ahí solo le he podido sacar en una ocasión, precisamente ayer, cuando se dignó dejar un expresamente excepcional comentario en mi otro blog gemelo. Dejémoslo así, tiene otras virtudes. Pero haz el favor de no confundirnos.

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  9. ¡Cielos, en qué estaría yo pensando! Ya se, es que vengo de mi blog, donde he respondido a un interesante comentario de Vanbrugh (como todos los suyos) y se me ha cruzado el cable, creí que seguía hablando con él. Perdona la confusión. Bueno, con no es mala gente para ofenderse porque te confundan con el ¿No te parece?

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  10. No te diré lo que pienso sobre él. No me parece elegante hacerlo donde ha decidido no poder defenderse. Pero creo poder decir, porque se lo he dicho a él muchas veces, que es un maniático de la peor especie: la de los que están orgullosos de sus manías. Y puedo decirlo bien tranquilo, porque yo soy otro igual.

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  11. Por cierto (yo otra vez, qué pesada estoy hoy) me dice LaUge, y copio textualmente:
    "Y la entrada de Javier, excelente. Tengo un LP fantástico que estoy dispuesta a regalárselo. Lo he oído hasta el hastío, pero no hasta la saciedad. Le puedes decir que en Arapiles calle, casi en Quevedo, hay una tienda de discos pasados a CD. Allí he encontrado alguna cosa curiosa, aunque no hay Chalchaleros ni parecidos, ya lo pregunté. Yo ya no voy por allí, pero él a lo mejor sí. De todas formas, si paso un día, entraré a ver si hay algo de Brassens, que también me encanta. La traducción que ha hecho es genial. Me pregunto por qué no se lo digo a él directamente, pero no me lo contesto"
    Sobre todo la última frase, muy en su línea.
    Estoy de acuerdo en que la traducción es genial.

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  12. En el Parking de Las Descalzas hay una tienda de vinilos, La Metralleta, creo, de la que soy asiduo cliente y en la que he conseguido prácticamente todos los Chalchaleros y todos los Fronterizos que me interesan (los anteriores a 1975): de estos últimos creo que me faltan algunas canciones de un par de LPs de 1960 o por ahí. Yo mismo me los paso a mp3, con un apaño doméstico que funciona bastante bien. Y a Brassens lo tengo íntegro, conseguido por medios no confesables, o sea, bajado con emule, que para eso está. De modo que dile a LaUge que es un encanto, cosa que yo ya sabía, pero que si quiere obsequiarme música tendrá que rebuscar cosas aún más recónditas.

    Y dile también que por qué cuernos no entra ella misma a decirme esas cosas tan estupendas. Otra maniática de la misma cuerda que el V...

    Dale muchos besos de mi parte.

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  13. ¿Diecisiete años en el 75? Te hacía más joven, no sé por qué ... En fin, somos casi de la misma quinta.

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  14. Te llevo un año, estimado Miroslav. Si estudiaste Arquitectura en Madrid, es posible que coincidiéramos en la ETSAM, en la que perdí el tiempo de diversas y no todas gratas formas durante cinco años, antes de arrojar la toalla y dedicarme a otros menesteres. Soy un arquitecto frustrado, con muy poca nostalgia, si te soy sincero, de lo que en tiempos creí mi vocación.

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  15. Imagino que habré pensado que eras más joven que yo porque creo que tienes un hijo pequeño; el mío es de 23 tacos. En todo caso, suposición aventurada que se guardaría sin ningún rigor en alguna capa subconsciente.

    No, no estudié arquitectura en la ETSAM, sino algo más lejos (en Lima, Perú). Salí de Madrid al acabar sexto y reválida (julio del 75) y volví justo después del 23-F. Lo que sí hice en la ETSAM fue el doctorado, pero por lo que dices, para esos años (82-83)ya habrías renunciado a este título absurdo. Tampoco creas que me siento muy arquitecto; de hecho, hace casi quince años que abandoné la edificación.

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  16. No, en el 82 yo ya no estaba en la Escuela, sino tratando de apaciguar a mi madre por haber dejado la carrera y buscándome la vida. Pero yo no renuncié al título por absurdo - si el de Arquitecto es absurdo ¿cuál no lo será? - sino por incompatibilidad personal manifiesta. Por conservar la salud mental y vital. ("Piénsatelo" - decía una pancarta en el vestíbulo de la Escuela cuando fui a matricularme por primera vez - "Entras joven y sano. Sales viejo, loco y hastiado". Debía haberle hecho caso, pero me limité a encontrarlo gracioso.)

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  17. Sí, a mí también me encantan las chiffoniers, pero me parece que, como bien dices , están pasadas de moda, ahora se usa más el mueble de diseño. Me gustó mucho tu traducción, veo que no caíste en los topicazos de los traductores que tan bien exponías en un post anterior. Muy bien esa rima natural entre prontituz y luz.

    La canción también me gustó, no sé que pensará el policía...

    Besos

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  18. Si da gusto explicarte las cosas, Zafferano, es por lo bien que lo entiendes todo. Me halaga especialmente que aprecies lo que bien llamas mi rima natural. Ya ves t� hay por ah� quien me la ha afeado. Qu� sabr�n ellos.

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  19. Zafferano tiene un buen sentido natural que se evidencia en todas sus apreciaciones. ¿No te gusta, por cierto, cuando al chiffonier le llaman "sinfonier" en algunas tiendas de muebles? Yo me pregunto si sonará una sinfonía al abrir los cajones.

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