martes, 9 de noviembre de 2010

Charlas de café


J. Guridi - Maitasun Atsekabea (Orfeón Donostiarra)

Tengo un par de amigos con los que todas las mañanas, mientras nos tomamos el primer café, dedico quince o veinte minutos a charlar de todo lo que se nos va ocurriendo. Pasamos con gran soltura de asuntos del trabajo a cuestiones de metafísica, sociología o física cuántica, y nos reímos mucho con todas ellas. También, claro está, hablamos de política: de política teórica, esto es, de las particulares ideas de cada uno sobre cómo debería estar organizado el mundo, y de “política” práctica, o sea, del espectáculo diario que nos proporcionan los personajes más o menos públicos que manejan, o creen manejar, parcelitas más o menos grandes de este planeta.


Los dos son personas cultas, preparadas e inteligentes, buenos profesionales y ciudadanos honrados, conscientes de sus derechos y cumplidores de sus obligaciones. Uno de ellos es claramente de izquierdas, ha militado en el PSOE y, aunque está bastante desengañado del partido y del actual gobierno, sigue considerándose socialista. El otro tira más bien al anarquismo, con el inevitable aliento de derechas que sopla siempre en el cogote de los libertarios teóricos (la libertad a ultranza en todos los terrenos no sería consecuente si no incluyera la libertad de mercado. Claro que esta última suele acabar imponiendo sus condiciones y restringiendo seriamente a todas las demás; pero como esto no tiene por qué ser evidente cuando uno se limita a disparatar con los amigos ante un café…)

No obstante estas diferencias, casi siempre estamos de acuerdo. Por distintos caminos, hemos confluido los tres en ese territorio escéptico y tolerante de los que ya no encuentran a quién votar, y aunque probablemente no estemos de acuerdo en lo que desearíamos de nuestro político ideal, lo estamos ampliamente en lo que no nos gusta de los reales. Y hasta cuando no coincidimos la buena educación, el buen humor y el aprecio mutuo reducen las diferencias a algún comentario amablemente jocoso. Básicamente los tres miramos el mundo, parapetados tras nuestros cafés mañaneros, desde el mismo punto de vista.

Ayer, sin embargo, se produjo en esta armonía un pequeño paréntesis del que me temo que fui yo el culpable. Alguien trajo a colación la entrevista con González y sus declaraciones sobre la guerra sucia contra el terrorismo. Y yo hice un comentario, que creí obvio, sobre la desvergüenza del individuo que, no contento con haber organizado y encabezado el terrorismo de Estado, y permitido luego que fueran otros los que cargaran con las pocas responsabilidades que se llegaron a exigir, ahora, cuando cree que ya no puede acarrearle consecuencias desagradables, se permite alardear de ello y hasta dudar retóricamente de si asesinar y torturar desde la impunidad del poder está bien o mal.

Para mi sorpresa, mis dos amigos reaccionaron a mis palabras con la misma incomprensión ligeramente escandalizada. Ambos me dejaron claro que la eliminación de terroristas por medio de mercenarios reclutados y pagados desde las “cloacas” del Estado les parecía no solo normal –“todos los estados lo han hecho y lo siguen haciendo”, me explicaban como si me descubrieran algo, como si  me dieran un argumento– sino muy deseable. El libertario de derechas, que no creo que haya votado nunca a González, le reprochaba solo que lo hubiera hecho mal y no se hubiera decidido a llevar el procedimiento hasta el final. Que hubiera confiado la necesaria tarea a unos chapuzas incompetentes, vaya, y, encima, chorizos. El otro, que, como yo, sí votó al PSOE en los ochenta, se sumaba a estos reproches pero, por lo demás, le parecía mucho más importante hablar de los malvados periodistas que en su día destaparon y airearon el asunto. Esos sí que fueron desvergonzados, vino a decir, dando tanta importancia, “con fines electorales” a algo que todo el mundo sabía y aprobaba en silencio, en vez de mirar decentemente para otro lado, como deben hacer los ciudadanos conscientes ante la "razón de Estado".

La buena educación es un serio handicap para hablar de política a gusto. A estos dos, además, los aprecio un montón, y no era cosa de estropearles aún más el desayuno. Tras un torpe intento de argumentación –“me niego a que mi gobierno, con mi mandato y con mi dinero, se convierta y me convierta a mí en terrorista”… …“descubrí que el partido al que yo había votado estaba torturando y matando igual que la gente para oponerse a la cual le voté”… cosas así de patéticamente serias, por completo fuera de lugar, llegué a decir– me fui replegando en un prudente silencio mientras la conversación, poco a poco, recuperaba sus cauces habituales de apacibilidad bienhumorada. Nos volvimos a trabajar tan cordiales como siempre, hablando mal de algún compañero detestado en común, que es un medio particularmente eficaz de soldar pequeñas grietas.

Son muy buena gente, de verdad. Como tanta, tanta otra de este país, que debe de opinar más o menos lo mismo que ellos. Son mis amigos y seguirán siéndolo. Este es mi país, y seguirá siéndolo. Pero tras el café de ayer me sentí un poco más solo y un poco más descorazonado.

40 comentarios:

  1. Tu comentario, Alas, me da la impresión de que te he dejado con la boca abierta...

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  2. Así, a vuela pluma, mientras vigilo el cocido:
    De las declaraciones de González me llama la atención que no explique la razónpor la cual decidió no volar la cúpula de ETA y tampoco he visto que el motivo haya sido causa de análisis de políticos, periodistas y gentes como tú y yo, ¿fue por oportunidad política o electoral? ¿por desconfianza hacia los ejecutores? ¿por miedo a consecuencias negativas hacia él y su partido? ¿por límites morales? ¿por indecisión?
    También me llamó la atención que dijera que lo días posteriores a su decisión vivió amargado (no se si es la palabra exacta) por el hecho de que, con ello, iba a provocar la muerte de muchas personas.
    Difícil esto de gobernar ¿no crees?
    En cualquier caso estoy de acuerdo contigo en que no se puede aceptar una "solución final" desde el Estado.
    Me preocupan los garbanzos, lástima, el asunto da para mucho...

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  3. Acabo de leer a JDF con el terrorismo intelectual y ahora vengo aquí a leerte y me hace gracia, por aquello de que pongas énfasis en comunicarnos en que "son buenas personas" aún estando de acuerdo con el tema del GAL. Porque viene a corroborar la teoría del terrorismo intelectual, si no opinas lo "políticamente correcto" eres uno de los malos. Así que como lo políticamente correcto aquí es ir en contra de lo que significó el GAL, te resulta necesario hacer incapié en el hecho de que son buenas personas.

    Sólo voy a decir sobre el tema algo que me sorprende, más que nada porque es un valor moral sobre el que se asiente toda nuestra civilización. Ante cualquier ataque, ya sea terrorismo o el minísuclo ataque de un chiquillo de 4 años en una clase de preescolar, se relega a un segundo lugar lo que conlleva de maldad dar el primer golpe sin que nadie te haya hecho daño alguno y se prima el horrendo delito de "defenderse" de replicar. Nuestra sociedad nos enseña una y otra vez que la única manera de evitar un conflicto no es lo más lógico que sería "no joder a nadie que no te haya hecho nada" sino no defenderse bajo ningún concepto de las agresiones.

    Y aquí se impone algo mucho más importante que lo "políticamente correcto", el instinto humano de supervivencia y el derecho natural de defensa propia. Y esto es tan así como que cualquier ideología a la larga se tiene que rendir ante el sistema económico capitalista dejándolas sin efecto en muchos aspectos, sobre todo las de izquierdas.

    También es verdad que cualquier defensa propia pierde toda legitimidad si cobras por ella o si el guantazo se lo das al de al lado en vez de al causante de la agresión.

    No obstante hubo una falta de madurez total, tanto en nuestro sistema democrático como en el propio Felipe González, al no resposabilizarse de aquello de lo que eran culpables. Cuando uno hace algo con orgullo, con el mismo orgullo debe responsabilizarse de sus actos y cumplir con cualquier pena que le pudiera acarrear. En eso totalmente de acuerdo.

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  4. Bueno te digo por qué me sorprende, me sorprende porque a mi me enseñaron todo lo contrario. Siempre me dijero que jamás iniciera ninguna pelea, pero que si alguien me pegaba como llegara a casa llorando y sin haberme defendido, me iba a enterar. Y no era una amaneza en falso, yo que era medio tonta, el blanco fácil para los matones de colegio, me tenía que esconder de mi madre cuando llegaba a casa, porque encima recibía por tonta. Y otra cosa que también me enseñaron que si por defenderme me castigaban, pues que me aguantara y cumpliera el castigo.

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  5. González es Dios, Alas. Sus motivos para dar o no muerte al pecador son impenetrables, y deben seguir siéndolo para que él siga siendo Dios. Eso sí ¿sufre Dios cuando un terremoto -su divina e inescrutable voluntad- causa la muerte de unos cuantos miles de sus criaturas? Es una cuestión a la que nos permite asomarnos, para que nos pasmemos aún con más motivos frente a su oscura e incomprensible grandeza.


    Vengo observando, Amaranta, que el de "políticamente correcto" es un adjetivo particularmente útil para que cualquiera se lo atribuya a cualquier opinión que no comparta. Podríamos decir, incluso, que no estar de acuerdo con lo "políticamente correcto" se ha convertido en el paradigma de lo políticamente correcto. Personalmente lo considero un cliché inútil y más bien irritante, puesto que su uso alegremente indiscriminado lo ha vaciado casi por completo de contenido. Si no fuera así, y me decidiera a usarlo, creo que consideraría que lo políticamente correcto es estar de acuerdo con los GAL y con la razón de Estado; lo que no hace sino probar lo que acabo de decir, que políticamente correcta es cualquier cosa que cualquiera haya decidido estigmatizar así, para sentirse bien no compartiéndola.

    No creo que el legítimo derecho de defensa pueda ejercerse al margen de la Ley y de la decencia más elemental, torturando y asesinando, aunque las víctimas fueran todas, indiscutiblemente, asesinos convictos y confesos. Me repugna especialmente que lo haga así el Estado, en mi nombre y representación, envileciéndose y envileciéndo a todos los ciudadanos que lo formamos hasta colocarnos al mismo nivel que los terroristas. Opiniones como esta tuya, que coincide casi exactamente con las de mis contertulios y, por cuanto he comprobado, con las de una gran mayoría de ciudadanos: y que van en la dirección frontalmente opuesta a las mías, son precisamente lo que motiva mi sensación de soledad y de descorazonamiento. De eso, exactamente, va este post, si.

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  6. La sensación de soledad y descorazonamiento queda clara, y uno cree que se mantiene durante largo tiempo hasta que ya de más 'mayor' vuelve a subir la curva (de un presunto gráfico) y se vuelve uno más jubiloso con el jubileo, con la jubilación. Debe ser egoísmo.

    No comento lo de F. González. No le encuentro un adjetivo idóneo.

    De acuerdo con la perentoreidad y lo paradigmático de lo 'políticamente correcto': ya me empieza a parecer tan manido como los gestos manuales para acompañar el "entrecomillas" o llevarse el meñique y el pulgar a la boca y la oreja para significar lo de hablar por teléfono...

    [Qué absurdo a veces resulta todo. Ayer me preguntó un niño porqué los mayores nos empeñamos en poner los columpios de los parques justo encima de un charco... Con su bendita inocencia le dio un disparo a la vida.]

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  7. Queridos amogos: eso os pasa por leer EL PAIS. Claro, como ya no existe el TBO... Un cordial saludo

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  8. Intuyo que a mí me pasaron por la cabeza sensaciones muy similares a las tuyas tras leer la entrevista a la que aludes. También me siento muy identificado contigo en la charla del café.

    En cuanto a la bravata (o llámala como quieras) de que pudo haber tomado la decisión de volar la cúpula de ETA, lo primero que pensé es que era mentira (si era verdad, también habría podido secuestrarlos y traerlos a España). Lo segundo que, independientemente de su veracidad, era una absoluta gilipollez que lo dijera ahora y, en el contexto y tono, una muestra de desprecio a los mortales. En fin, que me puso de muy mala leche, por más que sepa perfectamente que las razones de Estado son cabronas. Que le den ... (FG me debe, sobre todo a causa del GAL, el estropicoo de mi alegría juvenil de octubre del 82).

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  9. Prometo que puse "amigos" y no "amogos". Me pasa como a los acdémicos dela RAE, cada vez escribo diferente. Un saludo.

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  10. Jubilo yo no he puestoel término políticamente correcto partiendo lo que yo pienso o dejo de pensar que es correcto, sino partiendo de la base de lo que socialmente está bien o mal visto. Y en lo que no puedo estar de acuerdo contigo es que desde el punto de vista social el tema gal y estar de acuerdo con él sea lo correcto, todo lo contrario, si el tema GAL sigue provocando estas reacciones es porque desde el punto de vista de la moral que impera en la sociedad este de actuaciones no es correcto.

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  11. Grillo, muy bueno lo de equiparar el uso indiscriminado de "políticamente correcto" con las manitas que dibujan comillas o teléfonos. Es cierto, son la misma clase de bobada supuestamente original, o al menos a mí me producen la misma clase de vergüenza ajena. Ya veo que a ti también.

    Fernando, dejé de leer EL PAIS más o menos por los años del GAL, y precisamente por su complaciente ignorancia hacia esa y otras hazañas del PSOE. Y no he vuelto. De esta entrevista, como de casi todo, me enteré por la radio. Eso sí, hay que decir en honor de EL PAIS que su edición digital es gratuita, y gracias a eso me leí la entrevista, una vez enterado.

    Miroslav, efectivamente el tipejo, además de terrorista de estado y de soberbio, es un fantasma estúpido, que se jacta neciamente de lo que más le valdría callar si fuera verdad. También a mí me debe buena parte de mi entusiasmo y mi fervor juveniles, en los que se cagó minuciosamente. Que le den.

    Amaranta, mucho me temo que con "la moral que impera en la sociedad" pasa algo bastante parecido a lo que ocurre con lo "políticamente correcto". A todos nos gusta pensar que nuestra propia moral es personal, audaz y distinta de la de la adocenada mayoría, de modo que todos tendemos a pensar que "la moral que impera en la sociedad" es otra, distinta y peor que la nuestra. Lo cierto es que, suponiendo que en la sociedad impere alguna moral, lo que es francamente dudoso, no hay manera de saber con certeza cuál es. En mi impresión, por ejemplo, sois franca mayoría los que veis con buenos ojos los GAL. Pero muy probablemente sea un espejismo, simétrico al tuyo cuando crees que lo que impera es considerar mal este tipo de actuaciones. Por eso, porque no hay, creo, ninguna "moral que impera", porque cada uno tenemos la nuestra y todos aspiramos a ser elitistamente minoritarios e "incorrectos" en nuestras opiniones, es por lo que me da algo de grima oir hablar en serio de la "corrección política" como de algo de lo que fuera meritorio disentir.

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  12. Pero cuánta seriedad y circunspección encuentro esta noche en esta casa... Eso pasa por tomar tantas charlas con café. Yo me he pasado al té con charlas, que es más aludable, más verde y menos irritante. Por eso cuando me lo tomo, me siento un poco más sola y un poco más descorazonada...

    No hay nada como el chocolate. A solas.

    Un beso enorme! Ya te has enterado de los nuevos cambios de la lengua? A este paso me voy a ver con un montón de faltas ortográficas...!

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  13. Prodigarse poco es la mejor forma de ser añorado. Vuelvo de mi corta, cortísima escapada y me encuentro, OH júbilo, un nuevo post de ídem, que tanto se hace de rogar.

    Me ha encantado. Eso sí, no puedo disentir más de tu definición inicial, al trazar el perfil de tus dos interlocutores, de anarquismos y libertarios. Estás muy confundido, hijo mío.

    Sobre el fondo del asunto, esto es, sobre González (lo de ‘Felipe’ que se lo llamen sus amigos) siempre pensé aquello de que en el país de los ciegos (este), el tuerto (él) es Dios, pero ahora pienso que es otro ciego sólo que con un Bastón-Ego mucho más largo.

    Hace muuuuchos años, fui recibido junto a otros profes en la bodeguilla cuando ‘Aquel’ reinaba y gobernada y a lo que parece perdonaba la vida de súbditos rebeldes para hablar de temas ‘ambientales’ y ‘ecológicos’. En teoría se trataba de una reunión informar para asesorarle a El, el profano en estos temas, pero sólo hablo El, lo juro, fue un monólogo de cabo a rabo. Por la boca morirá este besugo pensé mientras me alejaba de la Moncloa

    Eso sí, aún hoy, en mi alter ego civil en Internet aparezco como muñidor de políticas medioambientales del PSOE, Ay qué joderse…!

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  14. Ah, y no estás tan solo, majadero:aquí -y lo sabes- tienes otro I.E: Idiota Ético,a tu disposición

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  15. Lo mismo que a ti les pasó a mis contertulios, Zaffe. No les gustó que me pusiera circunspecto. Prometo no volverlo hacer hasta dentro de un rato. Mientras, me pasaré al chocolate. Con Cabrales.

    (Algo he oído de nuevas normas ortográficas, pero no me he enterado muy bien. Pretendo seguir así todo el tiempo que pueda.)

    No trataba de definir nada, Lansky, solo de aproximar la difícil clasificación política de mi amigo, que se pretende anarquista pero en muchas cosas tira a la derecha. Tu modo de diagnosticar mi error, sin explicármelo ni refutármelo, te ha quedado muy en la línea del personaje que nos ocupa, se ve que tu entrevista con Él en la Moncloa te marcó (¿o quizás fue a Él a quien marcó..?)

    Muy bueno lo del IE. Ya sabes que la disposición es recíproca.

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  17. Mis disculpas.

    Interpreté, jubiloso amigo,que hablabas en general del anarquismo, o del comunismo libertario, o de 'lo' libertario, como una ideología de derechas; culpa de mi lectura apresurada, por tanto, culpa mía.

    De todas formas, lo de caracterizar a cierta gente como anarquistas de derechas que tanto se estila ahora, no lo termino yo de ver; de hecho, me parece un anacoluto, un contrasentido.

    Yo no me pudo llamar a mí mismo anarquista (como no puedo llamarme a mi mismo ni poeta, ni "bueno"), pero en cualquier caso tengo la clara noción de que es la máxima expresión del orden humano/social/político aspirable, el que no precisa de violencia alguna sino sólo de persuasión para ser iimponerse, para mí la más bella de las utopías.

    En cuanto al Susodicho, me gustaría peensar que no se me pegó/marcó nada de Él, ni siquiera su un tanto chusca manera de atacar con el taco una carambola a tres bandas más bien fácil.

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  18. Por hablar de todo un poco, Lansky, y ya que sacas el tema, yo sí creo que hay algo a lo que puede llamarse con bastante propiedad anarquismo de derechas. Como apunto en el post, quien preconiza la máxima libertad individual en todos los terrenos, y el mínimo de regulación de las conductas individuales por un poder superior a ellas, está propugnando en realidad, lo sepa o no, una situación en la que se impongan naturalmente los más fuertes. Que la derecha civilizada me perdone si no es esa, precisamente, la situación ideal para una ideología de derechas.

    Otra cosa es esa bonita utopía libertaria a que aludes, con la que todos nos identificamos en el fondo de nuestros corazones.

    Y otra cosa, aún, que también la idílica utopía anarquista que tan bien nos cae a todos en la teoría, cuando históricamente ha tratado de ser llevada a la práctica, haya acabado, prácticamente siempre, por desembocar naturalmente, o por facilitar el camino, a soluciones autoritarias absolutamente contrarias a sus ideales.

    Sinceramente no, no me parece que la utopía libertaria y el pragmático liberalismo anden mucho más lejos, ni en la teoría ni en la práctica, de lo que sugiere la etimología común de sus nombres.

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  19. ¿Y de dónde sacas que yo veo con buenos ojos al GAL?. Me di cuenta en tu primer comentario dirigido a mi que así lo sentías, pero como no lo expresabas fui cauta y contesté justamente a lo que allí aludías expresamente. Con respecto a lo que dices que todos creemos que nuestra moral es distinta a la social, serás tú el que lo piensas, mi moral es muy similar a la social en un alto porcentaje y sólo en cosas muy particulares es distinta.

    Yo sólamente hice la observación del terrorismo intelectual que venía al dedillo sobre las insistentes advertencias de que tus amigos eran buenas personas aún a pesar de creer en el tema del GAL. Tampoco creo que la mayor parte de la sociedad esté de acuerdo con esta forma de actuar de un Estado, no olvides que si los votantes de este país se han decepcionado de algo fue de la actuación del gobierno del PSOE, decepción que se reflejó en las urnas.

    En cuanto al término de "políticamente correcto" yo siempre lo utilizo con la guasa que me producen todos los términos que nacen de las "élites intelectuales" en una muestra cursi de snobismo. De hecho la prueba de que dicha expresión es lo más snob que he oído jamás es la consideración de algunos que de que "ha profanado el término" por el uso indiscriminado de la expresión. Si hay algo que nace para ser usado en esta vida no es sino el lenguaje, no se pueden profanar palabras y expresiones por ser utilizadas. Y es más es lógico y evidente que las expresiones cambien de significado con el uso, es lo normal, lo evidente, lo que se espera de la lengua.

    Con respecto al GAL y mi opinión personal, la única que puedo tener es la legal, si tenemos un Estado de Derecho, la administración no se puede escapar en su actuación del imperio de la ley. Y no había leyes que permitiesen dichas actuaciones. Creo que tenían que haber sido más honrados y haber pagado todos los responsables.

    Lo más importante de lo que mi madre me quiso enseñar cuando pequeña, no era el hecho de que me defendiera si me agredían, como tú has entendido, lo que me enseñó fue que si lo hacía seguramente me castigarían y que debía ser lo suficientemente honesta para afrontar el castigo.

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  20. Realmente Kropotkin era Príncipe, como Tolstoy Conde, pero ninguno era muy de derechas, por llamarles algo. Tu te apañas, imagino con tu personal taxonomía sobre el anarquismo, pero yo prefiero funcionar con la más comumente aceptada (aunque, el que se pica...)

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  21. Vale, Amaranta, te entendí mal. Pero si cuando yo expreso mi descorazonamiento porque dos ciudadanos ejemplares se manifiesten a favor de los GAL, tú me respondes que “te sorprende... …que ante cualquier ataque… se relegue a un segundo lugar lo que conlleva de maldad dar el primer golpe… y se prime el 'horrendo' delito de defenderse”, y a continuación invocas “el derecho natural de defensa propia”, reconocerás que no es difícil interpretar que estás defendiendo a los GAL, a favor de los cuales mis interlocutores aducían, también, el derecho de defensa y lo improcedente de juzgar peor a quien se defiende que a quien atacó el primero.

    Y, en cualquier caso, no veo que el “terrorismo intelectual” de que hablaba el post de “Historias de España” tenga nada que ver aquí. Si hago hincapié en que mis amigos son buenas personas es porque ser buena persona parece, en principio, bastante incompatible con defender la tortura y el asesinato a cargo de cuerpos parapoliciales, y no hace falta tener en particular estima a la corrección política para apreciar esta incompatibilidad.

    Ni creo ni he dicho que nadie haya “profanado” nada. Solo que “políticamente correcto” ha dejado de tener un significado inequívoco, porque se usa para referirse a muchas cosas distintas y hasta, frecuentemente, opuestas. Efectivamente, la gente es libre de usar el idioma como le dé la gana, que para eso está, y como consecuencia de esa libertad el idioma cambia. Si en uso de nuestra libertad todos decidimos llamar “mesa” a cualquier objeto al que nos apetezca llamar así, la palabra “mesa” perderá su significado y su utilidad y el idioma habrá cambiado. En este caso, para peor, porque tendrá una palabra útil menos. Los malos usos empobrecen el idioma y los buenos lo enriquecen y lo afinan. Es la contrapartida inevitable de la libertad, que puede usarse para mejorar o para estropear. Estar a favor de la libertad no obliga a bendecir como deseables todas sus posibles consecuencias.

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  22. Qué gran hallazgo este diario entre tanta mierda, tanto gilipollas y tanto necio, qué jubiloso acierto haber llegado hasta aquí conducido por el azar.

    En cuanto a la cuestión que has trazado con tanta elegancia y buen decir, te confieso que mi opinión es tan pobre que no merece ser expuesta, a salvo de la impresión que me ha causado la limpieza de tu estilo.

    Considero que estas cuestiones, como de una manera tangencial planteas, tan solo conducen a producir una exaltación de palabras huérfanas de razón y por lo demás tan embebidas por el animoso espíritu de la disputa que poco o nada tienen que aportar a resolverla. Al menos en mi caso, en el que las ideas, intenciones, razones y propósitos de semejantes estrategias, que "haberlas hailas" permanecen ocultos en la más oscura ignorancia.

    Enhorabuena por este gran diario, un saludo...

    P.S: Para el que no se haya molestado en buscar en Google la posibilidad, aparentemente incongruente, que planteas aquí dejo el enlace.

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  23. Ay que joderse... pero con hache.

    (Me va a pregonar...)

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  24. Con permiso, la equiparación del anarquismo con la derecha viene a ser un libelo antiguo, propiciado por el mismo Marx para desprestigiar a sus rivales en la I Internacional. Desde entonces, comunistas de toda índole han venido acusando a los anarquistas de 'pequeño-burgueses' con el mismo propósito de desacreditar. Los escasísimos momentos históricos en los que organizaciones libertarias han tomado parcelas de poder desembocaron en efecto en soluciones autoritarias, pero no desde dentro, sino desde fuera y por ataques directos de otro signo político, casi siempre marxista. Ahí están para demostrarlo las masacres cometidas en nuestra guerra civil por el PSUC/PCE contra la CNT-FAI en Barcelona (y contra el POUM, otra disidencia, esta vez trotskista), o el exterminio del movimiento makhnovita en Ucrania por parte del Ejercito Rojo, o el aplastamiento de los marineros de Kronstadt, en la Rusia soviética.
    ...Probablemente nunca podrá ser de otra manera.

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  25. Bienvenido, Jonás. No creas que a mí me haga mucha ilusión ocuparme en este blog de gonzáleces y similares, pero más que otra cosa son la ocasión de hablar de la gente normal, la que sí me importa/mos. Me alegro del encuentro. Espero seguir viéndote por aquí.

    Qué especialito eres para la cosa de la ortografía, Grillo.

    Hola, Peregrino. Sí, es posible que Marx ya dijera algo parecido a lo que digo yo. No creas que no me molesta, pero el caso es que no he descubierto aún el modo de impedir que Marx, de vez en cuando, tuviera razón.

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  26. Sobrevolando tu blog así, por encima, te diré que igual lo leo y todo... En general, buena pinta.

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  27. No soy tan especialito, Vanbrugh.

    Es que Lansky me da caña cada vez que tecleo mal o cometo una falta de ortografía y tengo que aprovechar las suyas...

    ¿Qué hubo, Jonás?

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  28. Lansky, leo con pasmo lo de anarquismo y no violencia: cuando el anarquismo funcionó de verdad lo hacía a tiros y bombazos.

    Llamarlo otra cosa o depurarlo de eso es como pretender que Dios es amor en lugar de venganza.

    Sobre lo de Felipe Glez y volar la cúpula de ETA yo cuando lo leí pensé: ¿y qué hubiera tenido eso de bueno?

    Llegas, te cepillas a los diez o veinte capos de ETA un buen día, y al día siguiente tienes a otros diez o veinte mucho más propensos a poner bombas.

    Al final a lo tonto se están cargando a ETA de la mejor y probablemente única forma posible, que es así: a lo tonto.

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  29. Ah, me olvidaba de dar una definición:

    Políticamente correcto: dícese de lo que es políticamente incorrecto.

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  30. Hola, Anónimo. Me alegro de que no te haya parecido mal del todo. Hala, lee, lee.

    David, parece mentira, una provocación tan burda, lo de Dios, y la venganza, y todo eso. No pensarás que voy a entrar a semejante trapo ¿verdad?

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  32. * David:

    Más burdo y topicazo es lo de anarquismo = bombas, haciendo generalización abusiva de la puntual lucha de pistoleros (los de la patronal vs la FAI)en la barcelona de los veinte. En cambio, lo de Dios y venganza no es tópico, sino bíblico.

    A mi no me molesta que Marx tenga razón a menudo, pero si la tuviera Diaz Ferrán prometo suicidarme

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  33. Abomino de lo politicamente correcto, así, en general. Y a F.G. nunca le perdonaré lo que hizo con la palabra "socialismo" que ha conducido a que los que están ahora hagan lo que están haciendo, amparandose en ella.
    (Y paso de los cambios en la Lengua. Pienso seguir escribiendo como lo he hecho toda la vida. Me acuerdo de aquella amiga de mi madre que seguía escribiendo "á" (preposición) con tilde.¡qué encanto!)
    Lansky, rey de la casa, Díaz Ferrán no necesita tener razón; le basta y le sobra con la pila de millones que ha levantado a costa de dejar en la calle a varios miles de trabajadores.
    Y bueno, a lo que importa: muy bueno tu post, Júbilo; No te me descorazones, corazón, que no estás tan solo.

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  34. Hola, Cigarra. El problema es que todos tendemos a abominar de lo políticamente correcto, así, en general y de antemano; aún antes, incluso, de habernos puesto de acuerdo en qué es, exactamente, lo políticamente correcto. Quizás abominar de ello en masa y por principio no sea mucho mejor que someterse a ello en masa y por principio.

    No sé yo si los de ahora necesitan muchos amparos para hacer lo que están haciendo. Con todo y detestar profundamente a González, ya quisiera yo que Zapatero le llegara siquiera a la suela de los zapatos. A FG lo detesto, pero para lo que me inspira ZP no encuentro palabras.

    Y ya, ya sé yo que no estoy tan solo, hermosa. Escribo estas cosas para constatarlo. Un beso.

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  35. Probablemente la expresión júbilo matinal no debe caracterizar tu sentimiento tras beber el café mañanero con tus honestos contertulios. Yo comparto ese desasosiego, porque estoy totalmente de acuerdo con tu comentario: mi desengaño con el PSOE comenzó, sin duda, con su amparo al terrorismo de Estado.El GAL fue una aberración y una canallada que, de la noche a la mañana, sirvió para que los terroristas intentaran legitimar sus atentados como parte de un conflicto en que ambas partes usaban la violencia y el asesinato para imponer su visión política. Así, ambas partes tenían muertos y mártires...Resultaba así inútil el sacrificio de tantas familias, el dolor de tantas muertes , el silencioso sacrificio de tanta gente inocente por defender un Estado de Derecho. Mancharon la democracia, nos envilecieron un poco a todos, y resulta sintomático que la siguiente generación socialista se refiriera a sus negociaciones con ETA como un proceso de pacificación, con lo que ello conlleva de reconocimiento de una guerra entre dos bandos internacionalmente reconocidos.

    Respecto al conflicto entre el instinto de supervivencia y de defensa propia y el concepto de interés general es natural y sano. Me recuerda al debate acerca de si un Estado debe pagar el rescate de un ciudadano secuestrado. El argumento fácil es el de sugerir que, si la persona secuestrada fuera mi pariente, yo defendería padgar el rescate. Por supuesto, y si el asesinado por ETA fuera un ser querido probablement tendría sentimientos de venganza. Pero, para eso existe el Estado de Derecho, precisamente; para establecer unos principios y normas de convivencia que permitan a los seres humanos coexistir y resolver sus conflictos de una manera que nos permita seguir viviendo en sociedad. POr eso, mi sentimiento personal, mi reacción visceral es anecdótica cuando se trata de salvaguardar estos principios de convivencia.

    Bueno, es madrugada, estoy refriado y probablemente lo que escribo no es muy coherente. Lo que quiero decir es que probablemente cuando se produjo el primer asesinato de los GAL un buen número de conciudadanos sintió inicialmente una oscura y visceral satisfacción ( ÿa es hora de que estos canallas sientan lo que es vivir aterrorizados¨) seguida de un horror y rechazo, al darse cuenta de que este sentimiento y esta guerra sucia nos hacía iguales a los terroristas y suponía, paradójicamente, el triunfo total de sus tesis: lo que busca el terrorista es, precisamente, aterrorizar, y desatar esos instimntos subversivos de supervivencia para que la sociedad sacrifique lebertad por seguridad. Todas las dictaduras del mundo han explotado estos sentimientos, surgidos del fondo de la caverna, y los han alimentado para justificar así sus atrocidades como accione spara salvaguardar esa supuesta seguridad: es el el miedo a la libertad en la tesis de Fromm..., y su sacrificio en aras d e una falsa seguridad porque, ¿ quién vigila al vigilante?

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  36. Hola, Raleigh. Sí, el terrorismo de estado tiene origen en las reacciones más viscerales y primarias de todos nosotros, se nutre de ellas y a la vez las alimenta y las halaga. Y se reviste, además, de un aura de eficacia expeditiva que, desgraciadamente, parece estupenda a algunos ciudadanos, una especie de reverso de la exasperante lentitud y ecuanimidad de la Justicia, que siempre parece connivencia con los criminales.

    El deseo de venganza es natural, y en los directamente afectados, hasta disculpable. (Por eso es un principio bastante elemental el de que nunca sean los directamente afectados quienes tomen decisiones sobre la cuestión). Pero en las instituciones, y en quienes las dirigen, no solo no es disculpable, es directa y doblemente criminal. González, dándoselas de estadista olímpico y hablando de asesinar o no gente como si fuera una opción ante la que se pudiera dudar, a mí me resulta sencillamente repugnante. No se sabe si pretende que le admiremos por no haber tomado la decisión o por haber estado en situación de poder tomarla.

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  37. Y sin embargo, paradojas de la vida, la mayopría de la gente ante situaciones como las que describís clama venganza...pidiendo...justicia. O sea, que cuando reclama justicia en realidad está pidiendo venganza.

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  38. Nadie te ha dicho nada de la música, pero es preciosíiisima y dan ganas de oirla una vez y otra.

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