lunes, 19 de septiembre de 2011

Maniobras orquestales en la oscuridad

Hace una semana que publiqué otro de mis acertijos musicales. Lo bueno de este género es que una sola idea te da para dos posts, el de la pregunta y el de la respuesta, lo que dada mi habitual sequía, acentuada en los últimos tiempos por el estiaje, es francamente conveniente. Así que me propongo ahora sacarle las últimas gotas de jugo a la ocurrencia.

Se trataba, como recordarán, de averiguar sobre qué conocidas melodías estaba compuesta cada una de estas dos maquinaciones mías: 

Primera maquinación:

¡Que no! - Júbilo Matinal

Segunda maquinación:

Little Spaniard - Júbilo Matinal

Bien, pues aquí van las respuestas a ambos enigmas:

La primera de las dos melodías está enmascarada por el sistema de añadirle un acompañamiento de piano y superponerle otras dos melodías de mi invención, armónicamente compatibles con ella -esto es, que suenan bien juntas.- Un buen oído debe ser capaz de seguir identificándola a través de esta superposición, es decir, de aislar, entre todas las notas que suenan simultáneamente, las que pertenecen al tema buscado. La tarea se facilita mucho suprimiendo las voces añadidas, es decir, pelando la pieza como una cebolla, retirando las capas superpuestas hasta dejar solo la central y original. Vamos a hacerlo:

Retiramos primero la capa añadida más exterior, el tema del oboe, y esto es lo que queda:


Lo pelamos ahora un poco más, suprimiendo también la voz alta del piano:


y seguro que ya todos ustedes están reconociendo sin problemas el tema de que se trata. Pero para estar seguros del todo, le quitamos, por fin, el acompañamiento, la mano izquierda del piano:


y, como pueden ver, queda el tono de Nokia, que todos oímos unas treinta veces al día en algún teléfono móvil cercano. Yo me he limitado a repetirlo seis veces, cambiándolo de tono la tercera y la cuarta para que la secuencia armónica que esboza se complete con una cierta lógica que permita encajar en ella las otras dos melodías de mi invención.

(De paso: "Nokia" suena igual que "¡No!, ¡Quia!""¡Que no!, además de ser otra forma de decir eso mismo, es lo que me da ganas de gritar cada vez que oigo el irritante tonillo.)

J. S. Bach, uno de mis más señalados precursores, maquinando orquestalmente en la penumbra.

La segunda melodía no se ha disfrazado con el mismo método, sino que ha sido cambiada de ritmo y sustituída por otra equivalente, es decir, correspondiente a la misma secuencia armónica. Por decirlo más inteligiblemente, la he cambiado por otra melodía distinta pero que podría ser acompañada por los mismos acordes que la original. Como si en el tema anterior no solo hubieramos superpuesto al tema de Nokia las dos melodías nuevas, sino que a él mismo lo hubiéramos hecho desaparecer. A estas melodías armónicamente equivalentes a una dada se les llama "variaciones" sobre esa melodía, y componerlas es una tradición que se ha mantenido a lo largo de toda la historia de la música.

No soy el primero, ni seré el último, en componer variaciones. El del disco de en medio, Brahms, también lo hacía sobre temas ajenos, como yo. Aquí, concretamente, sobre un tema de Haydn. En aquel dichoso tiempo no había SGAE...


  La sandalia es al pie como la variación al tema
Lo que en este caso debe hacer un buen oído es lo contrario que en el anterior, o sea imaginarse la melodía principal ausente -siempre que la conozca, claro- solo con oir la que la sustituye y la secuencia de acordes que la acompaña; y lo hará tanto más fácilmente cuanto más las nuevas melodías, "variaciones" de la original, le "sugieran" esta última o le ayuden a evocarla. (Si escuchan ustedes, por ejemplo, las "Variaciones Goldberg" de Bach, cosa que les recomiendo encarecidamente, verán que la primera es la melodía principal, el tema alrededor del cual se construyen las siguientes. Y es muy instructivo oir cada una de las demás mientras tratamos de silbar al tiempo la primera, para comprobar la perfección con la que se ajusta a todas ellas.)

En la siguiente pieza he superpuesto, a mi composición, la melodía original sobre la que está compuesta -he metido el pie en la sandalia- para que suenen las dos al tiempo (la melodía original suena por el altavoz izquierdo, mi variación por el derecho); y creo que todos ustedes reconocerán la nueva incorporación, y advertirán que encaja bastante bien con el acertijo al que se superpone y del que es la respuesta:



En efecto, Little Spaniard es, una vez más, la Marcha Real, que ya sirvió de motivo, hace un par de años, para otro de mis acertijos. Es, si lo recuerdan, una nueva versión, algo más adornada, del arreglo que ya colgué entonces, al dar la solución, como ejemplo de las muchas transformaciones que pueden hacerse a partir de cualquier melodía, con solo un poco de imaginación; y debo decir que estoy muy orgulloso de él. ¡De qué misteriosos caminos se sirve la Providencia para conseguir que un iconoclasta irredento, como yo, sienta alguna clase de orgullo por su himno nacional!(*) De hecho uso esta versión mía como tono de mi teléfono móvil -que, por cierto, no es Nokia.- (Ven que, finalmente, hay una sutil relación entre ambos acertijos. Todo va  encajando...)
(*) Suponiendo que a la Providencia le parezca que el orgullo acerca de los himnos nacionales es cosa digna de ser fomentada, lo cual es muy dudoso, a poco providente que sea.


Quizás hayan advertido que, además de cambiarle el ritmo y variarle la melodía, he alterado ligeramente, aquí y allá, la armonía de la Marcha Real. En algunos compases los acordes no son exactamente los mismos que los de la versión original, que me resultaban excesivamente marciales y obvios (**); su nuevo carácter de fox trot me parecía requerir un pequeño toque de sutileza armónica, además de rítmica.

(**) Ya saben ustedes que la música militar es a la Música lo que la justicia militar a la Justicia...
 Podemos decir, como conclusión, que lo que he hecho con nuestro Himno Nacional ha sido una himnovación. (El chiste no es mío, que conste, es de Les Luthiers. Reconozcan que es bueno...)

Este dibujo, aunque no tenga firma, es también de QUINO. Gracias, maestro.

Pues sepan que hay quien ha reconocido las melodías enmascaradas, a pesar de mis maquinaciones. No muchos, pero algunos, y todos ellos han optado, cortésmente, por enviar sus respuestas a mi correo, como sugerí, en vez de publicarlas en los comentarios.

- El primer acertante de todos fue Ricardo. Reconoció inmediatamente ambos temas, aún antes de publicado el post, dado que lo utilizo como banco de pruebas y le envío siempre mis tropelías musicales antes de hacerlas públicas. (Si él no las identifica, lo que hasta ahora no ha sucedido nunca, ya sé que nadie lo hará).

- Apenas media hora después de publicado el post me enviaron su respuesta María y Johannes. Ella dió con el tema de Nokia, me dicen, y él con el de la Marcha Real, lo cual tiene doble mérito habida cuenta de que es alemán y no tenía por qué conocerlo siquiera. (No, ella no es finlandesa. Es madrileña.) (No, él no es Brahms. Otro Johannes.)

- Un par de días después Carmen me escribió para comunicarme que había identificado la Marcha Real "ella solita". De la primera maquinación no me dijo nada.

- He tenido incluso un acertante de ultratumba, un nuevo contacto llamado Herbert Von Karajan, cuyo mensaje rezaba como sigue:
I have been strongly impressed by the musical quality of your work. I guess that the songs that you propose are the Nokia aria and the national anthem of Spain. I will try to contact you in an upcoming trip to Spain.
Sincerely yours,
Herbert
Me hizo verdaderamente mucha ilusión, de modo que resolví ignorar que Von Karajan lleva muerto cosa de veinte años y que la cuenta remitente era la de uno de mis asiduos e ingeniosísimos lectores; y les ruego que lo ignoren ustedes también y que cuenten entre los acertantes a mi nuevo amigo Herb.

- Por último Miroslav me anunció en un comentario que creía saber qué tema era el segundo; pero ha debido de preferir guardar para sí sus sospechas. Espero que este post se las confirme.

Enhorabuena a los acertantes por su buen oído, y muchas gracias a todos por leerme. Y, lo que tiene aún más mérito, por escucharme.


W. A. Mozart
P.S.- A modo de despedida les dejo un nuevo ejemplo de Variaciones, este debido al talento de otro al que tampoco se le daban mal estas cosas. Las Variaciones en Do Mayor K 265 están compuestas sobre una canción infantil francesa, Ah, vous dirai-je, Maman (también conocida en inglés como Twinkle, twinkle, little star, y en español como Campanitas del lugar) y en ellas hay modificaciones de melodía, de ritmo y hasta de tonalidad, sin que en ninguna deje de reconocerse el sencillo tema original. El autor es un tal Wolfgang Amadeus Mozart, y aquí las interpreta al piano Aldo Ciccolini.



(Para los que les interesen estas cosas: el tema original es el que suena desde el minuto 0:00 hasta el 0:50. Sus doce variaciones empiezan, respectivamente, en: -0:51  -1:22  -1:53   -2:27   -3:00   -3:39   -4:14   8ª(en tono menor)-4:43    -5:19   10ª-5:46   11ª-6:15 y 12ª-8:05.)

La canción infantil que estas variaciones de Mozart han hecho famosa es uno de esos temas que perviven y reaparecen a lo largo de toda la historia de la música. Además de Mozart la han utilizado como tema de sus composiciones muchos otros músicos, como pueden comprobar en este artículo de la Wiki; y aún ahora mismo sigue asomando la cabeza aquí y allá. Por ejemplo, (esto ya son elucubraciones mías, no me hagan mucho caso) en la famosa Somewhere over the Rainbow, de Harold Arlen, que Judy Garland cantaba en El Mago de Oz (1939), puede descubrirse sin mucho esfuerzo la huella de esta misma canción: la melodía principal a mí al menos me parece una variación sobre las primeras catorce notas de Ah, vous dirai-je, Maman, perfectamente encajable en ellas, como se comprueba en este montaje: (El oboe toca Ah, vous dirai-je... y el piano Somewhere... Sí, lo siento, es que el oboe es el instrumento solista que menos estridente suena en el Finale, por eso abuso tanto de él...) (***)



Israel Kamakawiwo'ole
Más claramente aún: en esta versión de Somewhere over the rainbow, grabada por Israel Kamakawiwo'ole a mediados de los noventa del siglo pasado, y concretamente en el pasaje que va del minuto 2:09 al 2:50, suenan inequívocamente las catorce primeras notas de Ah, vous dirai-je..., sin variación alguna. (Debo a mi hijo Ignacio el conocimiento de esta preciosa versión):



(***) Y además un bisabuelo mío fue catedrático de oboe en el Conservatorio de Madrid. Y -Dios castiga sin piedra ni palo- compuso gran cantidad de marchas militares...


Actualización.- No tengo más remedio que actualizar este post, a la vista de las últimas noticias. Habrán visto en los comentarios el de Cigarra que atribuía a Fernando Sor el tema de Nokia, y el mío posterior que, hechas las correspondientes investigaciones, dejaba claro que el tema en cuestión es, en realidad, de Tárrega. Por si tienen curiosidad, aquí está su Gran Vals en que apareció por primera vez la famosa musiquilla (suena al final de la primera frase, a partir del 00:11, y vuelve a sonar al final. Todo el vals es precioso, así que se lo dejo entero:



Mi reconocimiento a María, que fue la primera en advertírmelo, aunque yo no la hiciera entonces caso, y a Cigarra, que me ha vuelto a poner sobre la pista.

28 comentarios:

  1. Las marchas militares son al resto de la música lo que las novelas baratas del oeste o las románticas de quiosco a la literatura en general. Los militares necesitan una neurona más que los caballos para no cagarse en los desfiles, pues bien, a los compositores les suelen sobrar cualquiera para componer marchas chundachunda...

    Y en cuanto a que una "idea" tuya da para dos post...vuelvo a mi rutinaria distinción entre 'ideas' (escasas a lo largo de una vida) y 'ocurrencias' (numerosas día tras día), pero lo mejor de este post son dos cosas a mi jucio: 1) que se nota lo bien que te lo pasas, 2) la versión que te ha enseñado Ignacio (felicítalo d emi parte: va por buen/mal camino, parece)

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  2. Eres un hacha, Vanbrugh !

    Y como dice Lansky, te lo pasas en grande. ¿De dónde has sacado ese talento musical? Una capacidad creativa así no llueve del cielo. Debe ser, como dice J.Antº Marina, mezcla de inteligencia y razón.

    Enhorabuena

    Grillo

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  3. Me quedo en la duda, Lansky, de si, de acuerdo con tu clasificación -estuve a punto de citarla en la entrada, por cierto; suprimí el enlace a última hora por no complicar más aún este desparramado post- lo mío ha de ser catalogado como idea o como ocurrencia. Que sea idea me halagaría, pero me tambien me preocuparía pensar que ya no iba a tener más hasta morirme -que es una idea, no cabe duda, y probablemente no mala, pero poco original.- Así que lo dejaré en ocurrencia, y que siga teniéndolas muchos años.

    Tienes razón, y Grillo también: me lo paso como un enano urdiendo estas maldades sonoras. En cuanto a los gustos musicales de I, son amplios y eclécticos. Oye con tolerancia mi música en los desayunos de los fines de semana, pero luego se descarga de Internet algunas cosas terribles, y otras, en cambio, que no están nada mal. Contra lo que debería ser, es él quien está ampliando mi cultura musical. Yo me limito a asediar la suya.

    Gracias por los elogios, Grillo. Mi buen oído -el talento musical debe de ser otra cosa más seria- es una de las pocas materias sobre las que los acepto -los elogios- sin protestas ni falsa modestia. Lo tengo, en efecto, bastante bueno y enormemente desperdiciado. Porque la cuestión verdaderamente preocupante no es de dónde lo saco, sino dónde lo meto...

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  4. Ah, Grillo, dos puntualizaciones, (sin falsa modestia, insisto): es fácil apreciar que capacidad creativa es, precisamente, lo que me falta. Si me das un tema, me invento sobre él todas las tonterías que quieras, y no me quedan mal. Pero ¡ah, si tuviera que ser yo el que se lo inventara..!

    Lo que queda es, como te decía, simple buen oído. Y contra lo que afirmas sí, cae del cielo. Nací con él y me he limitado a oir muuucha música.

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  5. Vanbrugh, hay un tipo en Onda Cero (pesadísimo por lo demás y singracia total) que a altas horas de la madrugada tiene un programa en donde lo único que hace bien es lo que llamama sus 'bastardillas'. Mezcla hábilmente un tema de Yo Yo Ma, (p. ej.) con otro de los Beatles, los hace coincidir en los ritmos o bits (?) y casan divinamente. Es fantástico. Si hay podcast te los haré llegar.

    Por cierto, has puesto ilustraciones del que para mí es unos de los grandes maestros y dibujantes humorísticos: Quino

    Supongo que sí, que ese talento, como otro cualquiera, llueve del cielo; pero luego hay que cultivarlo mucho y con tesón.

    Grillo

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  6. Ah, vous dirai-je, Monsieur Vanbrugh, lo bien que lo pasé con esas curiosas cebollas musicales.

    Hasta cuando reconocí la primera melodía después de pelarse la primera piel, no fui capaz de asociarla a Nokia.

    La versión de "Somewhere over the ocean" de Israel K. fue el CD más vendido en Alemania en el 2010. Desgraciadamente el hombre murió hace años sin conocer el éxito.

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  7. Fantástico el post y, como ya te han dicho, muy expresivo de lo bien que te lo pasas, condición normalmente imprescindible para lograr buenos resultados. La verdad que, aunque tengo un pésimo oido que compenso con una altísima capacidad de disfrutar de la música, me encantaría aprender a jugar con esos programas de composición musical. A ver si algún día tenemos tiempo y ocasión para que me instruyas algo. Por ejemplo, me supongo que el programa será capaz de procesar un archivo de audio para convertirlo en el material de trabajo a partir del cual manipularlo (supongo que un MIDI o similar). Puedo imaginar perfectamente lo divertido que debe ser estar añadiendo notas e instrumentos a la partitura original y oyendo sobre la marcha los resultados de tus "barrabasadas". En fin, que fantástico, me ha encantado.

    Al final no te envié mi respuesta a la segunda pieza. Como te decía en el comentario sólo lo había oído una vez y me pareció, en efecto, el himno nacional, pero aparqué la respuesta para oirlo con Z. este fin de semana y que ella, con mucho mejor oído, me confirmara mi intuición. Al final, nos liamos con varias cosas y se me olvidó; lo siento. Por supuesto, ni se me había pasado por la cabeza el tipo de manipulación que habías realizado y me quedo admirado de que ésta haya consistido en la sustitución del original por otra que la sugiere o evoca. Me hace pensar sobre los mecanismos asociativos de mi cerebro y me deha obnubilado sobre lo poco que me conozco.

    A la vista de tus explicaciones, parecería que habría sido más fácil identificar la primera pieza pues en ella si estaba la melodía original. Claro que supongo que la dificultad relativa entre ambos acertijos depende del grado de conocimiento de cada pieza. La verdad es que oído el tema desnudo en este post tampoco acierto a identificarlo (será que en mi entorno no hay casi nadie con Nokias o que mi cerebro se niega a registrar esos molestos tonillos de los móviles).

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  8. Me olvidaba: me sumo a la opinión de Grillo de que Quino es uno de los más grandes dibujantes, tanto en el fondo como en la forma. Genial, simplemente.

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  9. Hola, Miroslav. El programa, en realidad, no es capaz de procesar archivos de audio para convertirlos en partituras: el día que inventen un programa así- si existe yo no lo conozco- ahorraré el tiempo que sea necesario para comprármelo, cueste lo que cueste. No, el programa "lee" archivos MID como partituras, además de hacerlos sonar, pero no porque sea capaz de convertir sonido en escritura, sino porque los archivos MID son originalmente partituras, han sido creados como partituras escritas, con programas similares a este, que, como este, hacen -y ya es bastante maravilla- el proceso inverso al que insinúas: convierten escritura en sonido.

    Explicado lo cual debo precisar, en honor de mis pobres pero trabajosos esfuerzos, que yo no hago mis composiciones partiendo de MIDs ajenos y preexistentes a los que modifique. O, para ser exactos, lo he hecho solo una vez, en un cambio de tonalidad de "La Marsellesa", que publiqué en un post de hace dos años y para el que me serví, efectivamente, de un archivo MID bajado de internet al que le cambié las notas correspondientes. Pero en todos los demás casos he escritbo mis músicas ex novo, inventándome la partitura, nota por nota, desde la pantalla en blanco hasta el resultado final. Las músicas que modifico no las modifico en ningún otro sitio que en mi cabeza, y solo cuando las he construído allí las escribo íntegras, acompañamientos y melodías, instrumento por instrumento, desde la primera semicorchea hasta el último silencio. Con tanto más trabajo cuanto que nunca he aprendido solfeo, y los procesos de inventarme lo que quiero escribir y de aprender cómo se escribe son simultáneos, doblemente dificultosos y, desde luego, doblemente divertidos y satisfactorios, llenos de tanteos, fracasos, intentos fallidos y descubrimientos entusiasmantes. He dedicado horas y horas a explicarme a mí mismo de qué notas se compone un ritmo de tango, o de habanera, o de fox trot, qué compás y qué tonalidad debo elegir, y qué notas debo escribir para que la mano izquierda del piano marque cada uno de estos ritmos y, a la vez, haga sonar los acordes que acompañen adecuadamente la melodía que tengo en la cabeza, y qué notas debo escribir para que la mano derecha toque al tiempo, y en su momento, esa melodía. Sinceramente te aseguro que nunca me he dedicado a ninguna otra tarea mental que me procure una satisfacción tan íntima y tan intensa, en la que, desde luego, estás invitado a participar en cuanto encontremos tres o cuatro horas para que te explique en directo cómo funciona el asunto.

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  10. En cuanto a Quino, no creo haber conocido nunca a otro dibujante que me parezca más genial. Si un Genio de lámpara me diera a elegir un deseo, elegiría dibujar como él.

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  11. Quino es un genio, sí. Tanto lo es que no ha sido devoardo por su genial personaje, Mafalda. De hecho, mis viñetas favoritas de él suelen ser sin Mafalda y sin palabras, como una que se ve al metre colocando el menú en la pared de la cocina y todos los cocineros, marmitones, pinches y demás ( 4 o 5) lloran desconsoladamente mientras uno de ellos acuna en sus brazos un cerdito...

    Es un talento tan poco pretencioso...

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  12. Una peqyeña corrección, C,C: Israel Kamakawiwo'ole no murió sin conocer el éxito, más bien al contrario. A su muerte (a causa de su sobrepeso con solo 38 años) era seguramente el tipo más popular y admirado de Hawaii y vendía muchísimos discos en Estados Unidos. Quizá no lo conociéramos demasiado en Europa y hubiera que esperar a reediciones como la que citas del 2010, en Alemania, para que tuviera éxito. Es curioso que ahora lo resdecubran chicos de la edad del hijo de Vanbrugh, lo que seguro se debe a sus amplios y eclécticos (adjetivo laudatorio) gustos y a las posibilidades que internet ofrece de satisfacerlos. Supongo que también contribuye que su música (y sobre todo la versión que nos pone Van) haya sido usadísima en televisión y cine. Por ejemplo, yo descubrí al hawaiano a raíz de que me llamara la atención esa canción una tarde en el cine, viendo Descbriendo a Forrester, del interesante Gus Van Sant.

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  13. Más pasmado me dejas, Vanbrugh. Pienso, sin embargo, que seguro que tiene que existir un programa que "traduzca" los sonidos de un archivo mp3 a sus notaciones musicales (los mid famosos). Hablaré hoy o mañana con un amiguete que tiene similares aficiones a las tuyas y que como tú me cuenta a menudo lo mucho que disfruta. De otra parte, por lo que me aclaras, deduzco que aunque partas de una partitura en blanco, tienes a mano la del tema que pretendes recrear, lo cual implica que te has conseguido el MID correspondiente (sé que hay multitud de midis en la red). ¿O tu entrenamiento autodidacta te permite ya escribir la partitura de una canción de la que sólo tengas el archivo de audio?

    En fin, que como ya he dicho, me pones los dientes largos. Me encantaría que tuviéramos oportunidad y tiempo para que me enseñaras; seguro que la convertiría en una de mis aficiones predilectas. Lástima que vivamos tan lejos y que, por otro lado, ande yo tan escaso de ratos de ocio. Te propongo apuntárnoslo como tarea pendientes para nuestras jubilaciones.

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  14. Pregúntale a tu amigo, y cuéntame lo que te diga, pero me extrañaría mucho que existiese tal programa. Las reglas por las que un sonido se convierte en un signo gráfico me parecen excesivamente complicadas y poco "unívocas" como para que una máquina pueda aplicarlasa otra cosa que a melodías sencillas, como mucho.

    No es por tirarme el farol, pero trabajo sin tener a mano ninguna partitura y normalmente, tampoco ningún archivo de audio, porque son músicas que me sé de memoria. Cuando me trajiné "La Cumparsita", mi primera incursión en este terreno, busqué en Internet la partitura; las que encontré me resultaron absolutamente indescifrables y completamente inútiles para mis propósitos, de modo que opté por prescindir de ellas e inventarme la mía propia. Y así he seguido haciéndolo desde entonces, con la única excepción, como te digo, de La Marsellesa.

    Quedamos emplazados para nuestras aún remotas, desgraciadamente, jubilaciones. (Debemos ser la primera generación que en vez de ver cómo se aproxima su jubilación, ve cómo se aleja).

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  15. Ya le pregunté a mi amigo y, para mi desilusión, me dijo que, como bien presumías, tal programa no existe. Además, en su opinión (es programador y bueno aparte de melómano), le parece muy difícil de hacer porque tendría que ser capaz de aislar cada instrumento y escribir la partitura específica del mismo. Si, como en los masters de grabación profesional, cada instrumento fuera en una pista independiente, todavía cabría pensar en dicha posibilidad, pero en los archivos de audio usuales (comprimidos) todo está mezclado y hasta "empastado". En fin, habrá que seguir esperando ...

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  16. Este post es una magistral combinación de ilustraciones, música y texto. Todo ello sazonado con conocimiento, originalidad (el símil de la sandalia...), humor e ingenio. Enhorabuena y prodígate más.
    Y el banco de pruebas, a tus órdenes. Recuerdos a Herbert.

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  17. Hablando de variaciones, os recomiendo las del tema "Marlborough" (es decir, "Mambrú se fué a la guerra") de Fernando Sor, para guitarra. Que, además es el mismo tema de "Es un muchacho excelente" que tantas veces hemos cantado. Las podeis encontrar, al menos la introducción, en Spotify

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  18. Muchas gracias, Ricardo. Tómate lo que quieras. Buenísima tu recomendación de las variaciones de Sor sobre el tema de "Mambrú se fue a la guerra", que, efectivamente, es a su vez una variación de "Es un muchacho excelente" (o quizás viceversa, quién podría decirlo). Si se me hubiera ocurrido, las habría usado en vez de las de Mozart; son dos ejemplos estupendos. Creo recordar que Beethoven usa ese mismo tema en "la batalla de Vitoria". Si consigo prescindir por un ratito de una de mis más señaladas virtudes -la pereza- y prodigarme más, como me sugieres, veré de preparar un post sobre el asunto con el que acabar de aburrir a mis lectores con este apasionante asunto de las variaciones.

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  19. Me corrijo: no sólo Quino es un genio.

    Contraviniendo mis propias normas me he conectado esta tarde en casa para revisar este post ya que gentes de mi confianza me han incitado a ello, pues, como sabes, en el trabajo tengo capados el you tube y algún otro adminículo para oír, colgar y descolgar música. Y de verás que lamento tener que dejar dicho esto, que puede que se vuelva en mi contra, pero visto y oído debidamente este post tengo que decir sin rubor que eres un puto genio y que no entiendo (aunque sí) que haces ejerciendo el oficio que te da de comer cuando podrías ser … yo qué sé, el productor de los Beatles o de Camarón, la leche tío

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  20. Muchas gracias, Lans, chaval. Exageras, pero eso no hace que me sienta menos halagado. En todo caso más.

    A mí lo que realmente me habría gustado es tocar con Les Luthiers, pero nunca conseguiré pronunciar esa "ll" argentina...

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  21. ¿Sabías que el tono de Nokia ese que nos persigue está sacado de un concierto para guitarra del mismísimo Fernando Sor? Ahora mismo me ahorcan y no se decirte de cuál, pero un día un locutor de Radio Clásica dijo "Fíjense en los compases a partir del 14º de este concierto, verán cómo les suenan conocidos" Y efectivamente, era la susodicha melodía.

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  22. No tenía ni idea, Cigarra, pero ahora que me has puesto sobre la pista me propongo investigarlo. Y yo que llevo años envidiando a quien lo haya compuesto, que se embolsa unos cuantos céntimos de derechos de autor cada vez que suena un timbrecito -es decir, millones y millones al cabo del año...-

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  23. Conocía esa versión del hawaiano gordo porque mis hijas la ponen una vez y otra, pero no conocía el nombre ni las circunstancias del autor. Me encanta muchísimo. Y me estoy "regalando" un buen rato metida en tu blog, que ya me estaba haciendo falta, para festejar el día. (que me podrán hacer venir, pero lo de currar, hoy, no procede)

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  24. No es de Sor, Cigarra. Es de Tárrega, el Gran Vals, compases 14 a 16. Lo he averiguado, naturalmente, gracias a Google, pero esta vez no debería haberme hecho falta. Una de mis acertantes, María, me lo dijo en su respuesta. Literalmente: "es el Nokia Tune, antes conocido por Tárrega, el Gran Vals." Lo leí y me quedé tan ancho, sin tener la menor idea de por qué me decía tal cosa. (Para identificar las respuestas correctas hay que haber formulado antes las preguntas adecuadas. Como yo no imaginaba que el tema fuera de un clásico, ni me enteré cuando me dijeron de cuál.)

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  25. Veo esto muy parado. Necesitamos más post en este blog, que nos gustan mucho. Ánimo, y a producir...

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  26. Estimadísimo Sr. Van: ¡Qué júbilo me produce leer sus post! y ¡qué desastre de oído debo tener!. El primer acertijo, con grandes dificultades, puedo recnocerlo, pero el segundo...¡ay el segundo! ni sabiendo lo que es lo consigo.
    ¿Podría usted pelar un poco la cosa? A ver si con su ayuda voy educando mis orejas (no podría llamarlas oídos...)
    ¡Ah! y gracias por las otras músicas,las variaciones de Mozart no las conocía pero sí la versión de Somewhere que, realmente, es extraordinaria, mucho mejor que la cursi original.
    Un beso,

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  27. Hola, Alas. Espero que leer mis posts te produzca, al menos, tanto júbilo como a mí encontrar tus comentarios, que se prodigan aún menos. Bien hallada.

    Me consta que tienes un oído estupendo. Tu problema con mis acertijos se deberá a que no te fijas, o algo, pero seguro que no a la falta de oído.

    No puedo pelar la cosa más de lo pelada que ya está. Solo se me ocurre decirte que escuches de nuevo, si ya lo has hecho, o por primera vez, si no, el archivillo musical que he colocado en el post justo después del párrafo que empieza diciendo: "En la siguiente pieza he superpuesto, a mi composición, la melodía original sobre la que está compuesta..." Se trata, como quizás hayas adivinado al leer el tal párrafo, de una pieza en la que he superpuesto, a mi composición, la melodía original sobre la que está compuesta, con el didáctico fin de que, al escuchar ambas al unísono, pueda apreciarse la íntima conexión que existe entre ambas melodías. Si, no obstante, no lo aprecias, no dudes de que el fallo es mío y no tuyo. Ya se me ocurrirá alguna otra cosa.

    Besos.

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  28. De esta semana no pasa que haga los deberes y le dedique un poco más de tiempo al asunto. Lo leí y escuché todo pero, para afirmar alguno de mis peores defectos, lo hice aceleradamente y sin ninguna esperanza sobre la posibilidad de discernir tus extraordinarios experimentos.
    Ya que me das otra oportunidad, voy a aplicarme. Ya te contaré el resultado.
    En cualquier caso me encantan tus post didáctico musicales y aprendo mucho con ellos. Espero sacar algo más de tiempo para leerlos así como los de tus secuaces, todos ellos magníficos.

    PD. Fíjate si hará tiempo que no entraba en blogger que no me acuerdo de la identificación que tengo que usar para para que aparezca la fotito del perfil en los comentarios.

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