lunes, 29 de septiembre de 2008

Los problemas del tío Guillermo

Como ya he contado en algún otro sitio, mi tío Guillermo, único hermano de mi padre, se marchó a la Argentina poco después de la guerra. Vivió allí largos años, vino a España durante un par de años, a mediados de los setenta, para obtener el derecho a su jubilación de funcionario y, conseguido su objetivo, se volvió para allá, donde murió no mucho después. Para mí y mis hermanos había sido siempre un personaje mítico y lejano, y su súbita encarnación en un señor mayor, de barba de chivo, mirada penetrante, saberes enciclopédicos, tronante acento argentino y comentarios regocijantes e iconoclastas no nos defraudó en absoluto, al contrario, a mí al menos –quince años para cumplir dieciseis- me acabó de consolidar su leyenda, construida desde mi infancia a partir de unas pocas noticias deliberadamente ambiguas sobre los motivos de su emigración, las largas cartas de letra minuciosa que de tiempo en tiempo recibía mi padre y de las que solo nos trascendían párrafos escogidos y, sobre todo, los “Problemas del tío Guillermo”, pasatiempos lógicos que se entretenía en componer y que durante un tiempo le publicó no sé qué periódico porteño. Mi hermana tiene los recortes originales, que no sé si mi tío trajo consigo cuando vino a Madrid o enviaba a mi padre. En original o no, lo que es seguro es que nos los mandaba, porque a resolver los “Problemas exactos al margen de las Matemáticas” del tío Guillermo, o más bien a tratar de hacerlo, dediqué más de una tarde de mi infancia y adolescencia. Ya mayor he conseguido resolver alguno de los más sencillos y hasta, sobre uno de ellos, tengo escrito -y publicado en este blog- un relato corto, mi única y modestísima incursión en el terreno de la ficción, cuya lectura recomiendo a quien no la haya hecho, porque me quedó muy bonito. (¿Quién va a decirlo si no lo digo yo?).
Para que se hagan una idea y, de paso, pongan a prueba, si les apetece, su cultura general y su paciencia, les transcribo a continuación uno de los problemas de mi tío, “Diecisiete personajes en busca de autor”:
DIECISIETE PERSONAJES EN BUSCA DE DIRECTOR

No es un drama de Pirandello. Es una pesadilla. El señor Bookman se ha quedado dormido encima de sus queridos libros y sueña...
Sobre la mesa hay 17 obras notables de la literatura universal. De pronto se oye un ruido extraño. Del seno de cada libro brota una figurilla gesticulante. Bookman las reconoce sin dificultad. Son el simpático DAVID COPPERFIELD, la enamorada ANNY CROSS, la veleidosa ANNA ARKADIEVNA KARENINA, el resuelto FELIPE DERBLAY, el mandarín TI- CHIN- FU, el estanciero FEDERICO DE AHUMADA, el hidalgo ciego DON FERNANDO VILLALAZ, la suicida REBECA WEST, la campesina ALDONZA LORENZO, el negro BRUTUS JONES, el pastor ELIAS PORTOLU, el pícaro GUZMÁN DE ALFARACHE, la princesa egipcia NITETIS, el barón GAIGERN, la florista ELISA DOOLITTLE, la niña SVANHILD SIMONSEN, y TEODOSIO DE GOÑI, aspirante al trono de Vasconia.
Todos ellos hablan al mismo tiempo en sus diversos idiomas y Bookman comprende al punto lo que sucede: estos 17 personajes literarios pretenden escaparse de los textos en que viven encerrados y andan discutiendo a cuál de ellos corresponde la jefatura del grupo para que los guíe a todos en su aventura. Cada uno alega sus propios méritos y la disputa va a resultar interminable. Entonces Bookman les dice:
- Yo arreglaré esta cuestión. Que cada uno de ustedes arranque la inicial del apellido de su correspondiente autor y que me la entregue.
Las figurillas obedecen y el bibliómano lanza al aire las 17 letras, que revolotean durante unos segundos mientras Bookman invoca a las Musas. El resultado es sorprendente: las 17 iniciales caen sobre la mesa componiendo el nombre de uno de los personajes, el cual es elegido jefe por aclamación.
¿A cuál de los 17 personajes literarios le ha sido conferido el mando?

35 comentarios:

  1. Magistrada a mi pesar29 de septiembre de 2008, 11:08

    Júbilo querido:
    No se cómo te lo montas para dar en el clavo. Verás. Resulta que el año pasado, en la noche de Reyes, pensé que debía hacer algo para darle a la mañana siguiente un poco de interés, dado que mis hijos ya hacía tiempo que habían perdido su encantadora inocencia
    y mi marido y yo nos sentíamos algo ridículos poniendo paquetitos sobre los zapatones del 43.
    Se me ocurrió hacer un juego de pistas por la casa para que encontraran los regalos.
    Tengo que reconocer que, como se me ocurrió por la noche, el juego resultó un poco pobre y resolvieron las pistas bastante rápido.
    Lo más fácil para ellos fue lo que a mí me parecía más difícil y viceversa. Además el pequeño resolvió lo más complicado
    mientras los listillos de sus hermanos, que iban de sobraditos, abrían la bocota (nunca dejarán de asombrarme).
    Total que este año me he propuesto darles un poco de caña y hacerles pensar un poco más. Estaba yo estrujándome el cerebro (el cual, por cierto ya está dado las últimas boqueadas) cuando han llegado los problemas del tío Guillermo para echarme un cable.
    Ya tengo, pues, el primer enigma por resolver y me pregunto: ¿no hay por ahí alguna otra cosilla de estas geniales, cosecha Carrascón?.

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  2. Pues has logrado entretenerme durante una horita larga y, de momento, no encuentro la solución. Mi cultura general, como tú la llamas, me permitió identificar a nueve de los diecisiete autores (un aprobado raspado, aunque, la verdad, hay cada autor que ya ya). Por supuesto, tu tío Guillermo no contaba con Google, que me ha permitido obtener seis más; sólo me quedaban dos.

    El problema es que, tal como los escribes, sólo uno de los personajes (Federico de Ahumada) tiene un nombre de 17 letras y las 15 letras de que dispongo no valen para componerlo. Así que hay truco. Pero se me acabó el tiempo por hoy; seguiré en otro momento.

    Por cierto, al citarme a Teodosio de Goñi me has recordado historias remotas que tenía muy al fondo de la memoria.

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  3. Pues no, si contamos C H por separado, Guzmán de Alfarache también tiene 17. Pero tampoco coinciden con las mías! A mí me sale Miroslav Panciutti, que también tiene el mismo número...

    Besos, lo intentaré con tiempo...

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  4. Condenado mamón:

    Esto tiene TRAMPA,

    y tiene CARTÓN.

    ¿Y qué pinta mi adorada Rebecca West, que es autora y no personaje? (¿o es el personaje/sinónimo de su autora real. Fairfield?)

    En cuanto a buscar en el google, me lo tengo prohibido últimamente

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  5. Magistrada, Miroslav, Zafferano: aplicaos, hijos míos. Si alguien da con la solución, que es bastante sencilla, quizás me anime a publicar otro, y contribuir así a revitalizar la noble institución de los regalos de Reyes.

    (Me ganas, Miroslav: sin ese Google al que Lansky ha renunciado inexplicablemente, yo no habría identificado más que a seis de los personajes. Y aún con Google me faltan dos, como a tí. Pero pude resolverlo sin ellos.)

    Lansky, solo una pequeña insinuación: ¿te has preguntado alguna vez por qué decidió llamarse así tu adorada Rebecca West/Fairfield?

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  6. Como del tabaco, de Google me estoy quitando porque tengo comprobado que te hace perder lamentablemente el tiempo: buscas "dinosaurios", v.gr., y antes que comentarios de paleontólogos te salen cien mil sectas satánicas que adoran al gran dinosaurio de patas decabra, etc., lo cual es fascinante pero ya te ha hecho perderte por los jardines de los senderos que se bifurcan...(Borges se libró, porque si no...)

    Voy a Google, claro Rebecca West, del personaje de Ibsen: el puto Occidente.

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  7. Los motivos que aduces para quitarte de Google, Lansky, son los que hacen que más me tenga enganchado. Por supuesto que es fascinante perderse por los jardines de senderos de infinitas bifurcaciones.

    Júbilo: procuraré aplicarme en cuanto encuentre otro rato libre. Habrá que echar mano del pensamiento lateral, imagino.

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  8. Por cierto, Júbilo, que olvidé decirte que me encantan los pasatiempos, seguramente por las mismas razones por las que estoy enganchado al Google. En el blog publiqué uno viejo que me dio en su momento bastantes quebraderos de cabeza. Como creo que por entonces no nos conocíamos, te animo a que lo mires: http://desconciertos3.blogspot.com/2007/04/monjes-lgicos.html

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  9. Sí, miroslav, a mí también me gusta el google para eso, pero no para lo otro.

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  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  11. Suprimí el comentario porque daba pistas. Si no me equivoco es Elisa Doolittle... Tengo razones para creerlo, pero no las voy a dar. Por ahora...

    besos!

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  12. Querida Zafferano, "Elisa Doolittle" solo tiene catorce letras, algunas de las cuales no son inicial de ninguno de nuestros autores. Si has decidido tú nombrarla jefa por cuenta propia, no tengo nada que decir, pero si lo que quieres decir es que las letras, al caer, formaron el nombre de la florista, creo que necesito una explicación suplementaria antes de dar por buena tu respuesta.

    Te quedan dieciseis intentos...

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  13. A ver, querido Júbilo, 17 letras caen sobre la mesa, pero en ningún momento se dice que son 17 las que forman el nombre... Y forman un nombre, no se habla de apellido. Hay cinco iniciales de autores que forman el nombre de Elisa. Creo que el razonamiento es correcto, no sé si fallo en las letras... En fin, que seguro que tengo que leérmelo otra vez.
    Un beso grande!

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  14. Estimado Júbilo: estoy jubiloso; ciertamente, no era tan difícil, pero como en casi todo, tienes que verlo o, mejor dicho, saber mirar, que se te ocurra la feliz idea. Tu tío puso la pequeña trampita, que le da la gracia al acertijo, sin duda.

    La jefa indudable de esa curiosa tropa fue la adorada del Quijote, doña Aldonza Lorenzo. Sin duda, así lo había decidido tu tío desde el principio, honrando a Cervantes como el más importante de los autores su lista (sólo otros dos pueden aproximársele, ¿no es cierto?).

    Me queda, no obstante, averiguar los autores de Anny Cross y de Svanhild Simonsen, cuyos apellidos empezarán por U y por O (no necesariamente respectivamente).

    Ah, Zaffe, te daré una pista: Aldonza Lorenzo tiene 17 letras. ¿Cuál es mi premio?

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  15. No Miroslav, Aldonza Lorenzo no tiene 17 letras, sino 14.

    Pero, equivocándote, creo que aciertas. El inefable tío Guillermo era un cabronazo maravilloso y en ningún sitio dice que deba emplearse todas y cada una de las 17 letras, sino simplemente "las 17 iniciales cayeron a la mesa componiendo el nombre..." y las que sobran, para el gato. La trampa, como buen prestidigitador de nuestro "oncle" está en obsesionarnos con las 17.

    Me hubiera gustado gogerme una buena curda con él, en cualquier boliche.

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  16. "Las 17 iniciales caen sobre la mesa componiendo el nombre..." Yo entiendo, querida Zafferano, que son las diecisiete las que lo componen, ni una menos, y que el nombre que componen es el completo, y no solo el de pila; pero entiendo también que tú entiendas otra cosa y, desde luego, con las diecisiete iniciales se puede componer la palabra "Elisa", aunque sobre más de la mitad.

    Ahora bien, la solución que yo he encontrado utiliza las diecisiete letras y, efectivamente, apunta a Dª Aldonza Lorenzo como jefa. Enhorabuena, Miroslav. Has llegado a la misma conclusión que yo, y exactamente a falta de los dos mismos personajes: Any Cross, el apellido de cuyo ignoto autor debe empezar por O o por U, y Svanhild Simonsen, inventada sin duda por alguien de quien no sabemos sino que su inicial era U u O. Qué cosas tan recónditas leía mi tío Guillermo.

    (Me entretuve en recorrer la no muy nutrida nómina de escritores escandinavos, en busca de alguno con O o U que hubiera ideado a la niña Svanhild. Dí con una tal Sigrid Unset, noruega, 1882-1949, que obtuvo el Nobel en el 29. Me imagino que la niña Simonsen es personaje de alguna de las novelas de doña Sigrid, aunque no más sea porque cuando metes "Svanhild Simonsen" en Google una de las páginas que te sale es la web del municipio noruego de Lillehammer, donde murió la Undset. La página está en noruego, no tengo ni idea de si Simonsen es una concejal que se llama así por casualidad o el nombre que le han puesto a la Biblioteca Municipal en honor de la notabilidad literaria local.)

    No hay que perder de vista, por último, que las diecisiete letras pueden caer en algo más de trescientos cincuenta y cinco billones de ordenaciones diferentes (factorial de diecisiete), y que es, por tanto, materialmente imposible asegurar que entre todas ellas no exista otra, distinta de la que hemos encontrado Miroslav y yo, que señale como jefe a otro de los personajes, y que no sea esa la que las letras compusieron al caer. De modo que lo de Aldonza es solo una hipótesis.

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  17. Veamos, señores: tenemos la D de Dickens (David Copperfield), la T de Tolstoi (Ana Karenina), la O de Ohnet (Felipe Derblay), la E de Eça (Ti-Chin-Fu), la L de Larreta (Federico de Ahumada), la L de León (Fernando Villalaz), la I de Ibsen (Rebecca West), la C de Cervantes (Aldonza Lorenzo), la O de O'Neill (Brutus Jones), la D de Deledda (Elías Portolu), la A de Alemán (Guzmán de Alfarache), la E de Ebers (Nitetis), la B de Baum (Gaigern), la S de Shaw (Elisa Doolittle) y la N de Navarro (Teodosio de Goñi). Tanto a Miroslav como a mí nos falta averiguar los autores de Svanhild y de Any, pero con quince letras que ya tenemos algo se podrá ir haciendo.

    Lo primero, tratar de combinarlas de distintas maneras a ver qué sale. Tarea que podemos abandonar al cabo de dos o tres horas, o de quince o veinte, o de cien o doscientas, con el mismo resultado: las combinaciones posibles son, como decía antes, del orden de los trescientos billones, y obtenerlas todas llevaría un tiempecillo.

    Otra línea de acción: visto que ninguno de los nombres que tenemos encaja con las quince letras encontradas, tratar de encontrar, para alguno de los personajes, un mote, alias, sobrenombre, remoquete, apodo, título, cargo o similar que lo identifique suficientemente y que sí encaje con nuestras iniciales. Por aquí el tanteo seguro que dura menos: tras desechar cosas como "LA PRINCESA EGIPCIA" o "EL TAIMADO MANDARÍN", acabaremos, antes o después, por dar con "DULCINEA DEL TOBOSO", que tiene diecisiete letras, quince de las cuales son las que hemos encontrado, y corresponde al nombre por el que era más conocida Aldonza Lorenzo.

    ¿Ven cómo no era tan difícil?

    (Como ves, Lansky, Miroslav no se equivocaba. Y tú tampoco: el tío Guillermo era un cabronazo maravilloso, y con él me cogí alguna de mis primeras y muy satisfactorias curdas. Descanse en paz.)

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  18. Insisto en que en este problema, precisamente por lo que comentas de la infinitud de combinaciones, Júbilo, sólo se puede "casi" acertar, como vengo diciendo desde hace varios comentarios, Y eso no significa, al contrario, que no reconozca, como también ya he hecho, que el gran miroslav "casi acertó"

    En efecto, Júbilo, Svanhild Simonsen es un personaje de Sigrid Unset, concretamente de su novela/biopic. "Kristin Lavrandsdatter". La tradujo el editor Janés al castellano en 1930, pero lo que me interesa resaltar es que no lo he averiguado en Google: lo que hay fuera de la red es aún más vasto que lo que hay dentro: estoy convencido, sino tirando de apolillada biblioteca (no la mía) e intuición. Me doy algo más de tiempo con Anny o Any Cross, pero ando tras la pista probable de un irlandés de apellido O´algo...

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  19. No es que quiera reivindicar mi acierto, vaya de entrada, máxime cuando Júbilo no ha ofrecido ningún premio pese a mis interesadas insinuaciones; sin embargo, no termino de estar conforme con ese "casi" que, Lansky, te empeñas en sostener. Entiendo gracias al comentario en este post (no así en el que hacías en el tuyo) que la razón de que no haya acertado (porque casi acertar es no acertar) estriba, "precisamente", en la (casi) infinitud de combinaciones que ya mencionó Júbilo. Efectivamente, el número de "nombres" que pueden formarse combinando esas 17 letras es muy grande (17!), pero es finito con lo cual no es teóricamente imposible hacer cada una de las más de 355 billones de combinaciones e ir descartando todas las que no correspondan al nombre de alguno de los 17 personajes, tal como dice el enunciado del problema del tío Guillermo. Es decir que ni siquiera por este método (de fuerza bruta, que llaman los informáticos) puede afirmarse que "sólo" se pueda "casi" acertar.

    Pero lo que no es, no ya infinito, sino ni siquiera grande es el número de nombres de los personajes propuestos en el enigma. Se trata de personajes de ficción que se llaman como se llaman y sus nombres y eventuales vocativos alternativos son los que son, los fijados por el autor correspondiente. Basta leerse Amaya, por ejemplo, para comprobar que el pánfilo romanticoide de Navarro Villoslada a Teodosio de Goñi no le llama más que Teodosio de Goñi, y lo mismo (imagino) cabe decir sobre la mayoría de las restantes obras de ficción. Por tanto, el procedimiento de eliminación descrito perfectamente por Júbilo garantiza más que suficientemente a mi juicio que se acierta la solución, máxime cuando las 17 letras obtenidas sólo están en uno de los elementos del conjunto finito y pequeño de nombres y apodos de los personajes propuestos.

    No obstante, admito Lansky que puedes seguir insistiendo en tu "casi" sosteniendo, por ejemplo, que en algún universo paralelo (o en una versión que sus herederos mantienen oculta), Vicky Baum hubiera revelado que el gran secreto del barón Feliz Von Gaigern fuera que, en realidad, se trataba de un arruinado aristócrata hispano, Luis, conde de Obato. Y, por esa línea, si te admito que, efectivamente, nunca estaríamos seguros de que la nuestra es la única solución posible.

    Sin embargo, la solución de un problema la es respecto a unas determinadas referencias implícitas siempre. A tal respecto, y salvo que me convenzas de lo contrario, la "única" solución al problema del tío Guillermo es Dulcinea del Toboso y decir que esa es casi la solución (o que casi la he acertado) es lo mismo que decir que alguien que afirma que x es 3 casi ha acertado la solución de la ecuación 2x=6.

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  20. La virtud es su propia recompensa, Miroslav. ¿Qué más premio quieres que la satisfacción de haber resuelto el problema, diga lo que diga el insidioso Lansky? Si llego a saber que mis consideraciones, puramente teóricas, sobre los trescientos cincuenta billones de combinaciones posibles le iban a servir de pretexto para escatimarte/me la gloria de haber dado con la, con toda probabilidad, única solución existente, no las hago, ea.

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  21. vale Miroslav: Retiro el "casi"

    Pero lo retiro con pesar y a mi pesar, por no llegar a mayores, ya que tu último comentario me ratifica en mi casi, fijate.

    Y es que últimamente ando fascinado con el mundo de la "lógica borrosa" y la inteligencia artificial, y entonces, hay que joderse, vuélveme a imponerse el "casi"

    En cualquier caso debe bastarte con tu propia aprobación y (esto es lo más cerca del "sin casi" que te concedo) indudablemente con la del tío Guillermo.

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  22. Jajaja! A mí me faltaron 4. La de Anny, Simonsen, Goñi y Jones. Bueno, el próximo intentaré hacerlo mejor...

    Un besote!

    Ah, Miroslav, de premio 17 collejas. ¡Por listo!

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  23. ¡JOooo, sois listísimos, todos! He llegado tan tarde a leer el post, que ya habíais discutido todo lo discutible y dado con la solución. Tengo que confesar que no creo que hubiera sido capaz de encontrarla yo solita.
    Si que era genial el Tio Guillermo. Y hubiera enloquecido de júbilo con un ordenador y con una conexión a Internet.
    Señora Magistrada, me parece un poco fuerte que, como pista para llegar a sus regalos, les pongas a tus hijos un problema como ese.
    Dile a nuestro anfitrión que te proporcione algunos mas asequibles, como "Rossi, Bauer y Scott" , "Send More Money" o " Los quince gorros de Suk-Samayakim", y que deje para mas adelante "Los Hermanos Benavides" o "El testamento de Bela Bardossy".

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  24. Querida Cigarra, el de SEND MORE MONEY, aunque Guillermo lo publicara como suyo, probablemente por falta de inspiración, no lo era, es un clásico de los pasatiempos paramatemáticos. Yo tengo una solución propia bien bonita, pero puedes encontrar en Internet otras cien o doscientas, me imagino.

    De los que citas como sencillitos no he resuelto más que ese, SEND MORE MONEY. En cambio pones entre los complicados a mi favorito, los Hermanos Benavides, al que he dado una solución elegantísima y totalmente matemática, por más que nuestro tío dijera que estaba al margen de las matemáticas. Otro día que no se me ocurra ningún post igual lo publico, para que los hijos de la Magistrada se ganen sus regalos de Reyes.

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  25. Los hijos de la magistrada ya tienen regalo, y todo el año, una madre cojonuda. Sólo confío en que tarde o temprano lo sepan.

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  26. Coño, Lansky, ésta sí que es buena, resulta que soy cojonuda. Mi autoestima se engrandece pero vuelve a disminuir enseguida al pensar que sólo conoces de mí unos escasos datos que, en ningún modo, parecen suficientes para justificar el piropo. A ver: soy mujer, magistrada, tengo varios hijos, alguno de los cuales calza el 43, he visitado una exposición de fotos el mismo dia que tú y mi padre estuvo detenido por el asesinato de una furcia hace unos cuarenta años. ¿Cuál de todas estas cosas te inducen a tener tan buena opinión sobre mí? (suponiendo, como supongo, que ser cojonuda lo sea).
    ¡Ah, ya caigo!
    soy amiga de Júbilito y eso, querido Lansky, me convierte en un ser superior.


    Cigarra del mesón que hoy suenas jota, mañana petenera, no seas tan tacaña como Júbilo y publica alguna de esas genialidades del tío Guillermo, a ver si nos desquitamos.

    Júbilo: he comprobado con horror que, tecleando alguno de los nombres del problema, aparece entre los primeros resultados el enlace a tu blog de forma que, como ya sabemos todos el resultado, mis hijos, que, a pesar de todo no son tan tan tontos, descubrirán el enredo en un minuto asi que TIENES QUE HACER ALGO para proporcionarme otro invento que no afecte a la libertad de expresión de Miroslav y, mucho menos, le reste la posibilidad de lucirse nuevamente ante su audiencia (o leyencia).

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  27. Magistrada, prohibe a tus hijos el uso de Internet de aquí a Reyes.

    Pero no te inquietes, que antes de esa fecha publicaré algún otro enigma tioguillermiano, y esta vez no me daré tanta prisa en proporcionar la respuesta.

    (Tú ya estabas muy bien antes de conocerme. Pero creo que fue mi trato, en efecto, lo que acabó de darte el toque superior.)

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  28. Oye, Júbilo, se me acaba de ocurrir una malévola idea: si en el plazo de dos días no depositas cinco millones de euros en el lugar que te indicaré, procederé a publicar la colección completa de problemas unclewilliamsianos, que yo también la tengo. Y te quedarás sin la veta que alimenta tu cada vez mas seco ingenio....

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  29. Ricardo, como chantajista eres un poco desastroso, lo que, siento decirte, no quita ni un poco de maldad a tu rastrera actividad, solo eficacia. Yo que tú acortaría el plazo. Para no cobrar, lo mismo te da esperar dos días que dos horas. Y en dos días también la puedo publicar yo. Parece mentira que haya que explicarte ciertas cosas...

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  30. Júbilo: ¿sabes dónde está hecha la nueva foto con la que ilustro el perfil? Anda, entretente un poco, es más fácil que la de Pessoa.

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  31. Así, a bulto: ¿Gerona?

    (Es la única ciudad española que conozco con casas asomadas así sobre el río. Y debe de ser española, porque las casas italianas no tienen ese color.)

    (Pero no es más fácil que la de Pessoa. La de Pessoa era facilísima.)

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  32. Enhorabuena, efectivamente, es la fachada al río Onyar, Gerona, lugar donde nació mi muy amado esposo aunque me parece que no te ha hecho falta pista alguna para descubrirlo y eso que, como dices, parece Italia. Buscaremos otra...

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  33. Magistrada, me has hecho feliz con dos cosas que has dicho: lo de la "leyencia" y lo de denominarme "Cigarra del mesón que hoy suenas jota..." Te estaré eternamente agradecida y si lo uso (que lo usaré) citaré la autoría.
    (¡Toda la vida creyendo que por Gerona lo que pasaba era el Ter!)

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  34. chulo este tío tuyo, van. yo no lo habría resuelto ni en los siglos de los siglos. ponéte otro para mentes elementales.

    sigo en capri pero ya vuelvo a casa. pronto, digo. voy a pasarme por lansky a ver qué se cuenta.

    no saco tiempo. os extraño

    besssso

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  35. Cigarra, por Gerona pasan los dos, el Ter y el Oñar. No andabas tan descaminada.

    d.m., tu mente no tiene nada de elemental. Qué bien verte de nuevo. Capri, c'est fini, que decía Aznavour, creo. Otro beso. No te escondas tanto.

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